La policía de Nueva Zelanda informó durante la madrugada de este viernes que se registraron múltiples víctimas tras ataques armados en dos mezquitas durante las oraciones, y por lo menos cuatro sospechosos se encuentran bajo arresto.
Las víctimas fatales ocurrieron en dos lugares diferentes, en dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, dijo el comisario Mike Bush. Las mezquitas de Christchurch estaban repletas por la sesión vespertina de oraciones, cuando comenzaron los disparos.
La prensa local apuntó que por lo menos nueve personas resultaron muertas, y toda la Isla Sur de Nueva Zelanda fue bloqueada para las operaciones policiales de búsqueda. La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, lamentó el viernes que su país vive uno de sus días más oscuros. Resulta claro que este es uno de los días más oscuros de Nueva Zelanda. Claramente, lo que ha ocurrido aquí fue un acto de violencia extraordinario y sin precedentes.
De acuerdo con Ardern, muchas de las personas directamente afectadas por los tiroteos pueden ser inmigrantes, tal vez sean refugiados. Ellos eligieron hacer de Nueva Zelanda su hogar. Inclusive el líder de la oposición neozelandesa, Simon Bridges, expresó públicamente su apoyo a la comunidad islámica del país. Nadie en ese país debería vivir con miedo, no importa su raza o religión, apuntó.
En la mezquita de Masjid al Noor, en el centro de Christchurch, un inmigrante palestino que no quiso ser identificado, dijo que vio un hombre ser baleado en la cabeza. Escuché tres disparos rápidos y después de unos 10 segundos todo comenzó de nuevo. Debe haber sido un arma automática porque nadie puede apretar el gatillo tan rápidamente, dijo el hombre.
Según su testimonio, las personas comenzaron a correr. Algunas estaban cubiertas de sangre. En una de las mezquitas se encontraba el equipo completo de cricket de Bangladesh, pero los jugadores lograron huir a través de un parque aledaño al edificio. El juego que ese equipo debía disputar contra la selección de Nueva Zelanda resultó cancelado.
El comisario Bush confirmó que un sospechoso se encontraba bajo custodia policial, pero admitió que aún era prematuro afirmar si había sido el autor de los disparos y no descartó que haya otros involucrados. Bush también advirtió a los fieles musulmanes que eviten las mezquitas de todo el país.
En un mensaje, el Primer Ministro de Australia, Scott Morrison, dijo que se sentía horrorizado por las informaciones sobre los tiroteos.