Estados Unidos siguió a Europa y a otros países que ya han detenido los vuelos de los aviones Boeing MAX, debido a preocupaciones de seguridad luego que una aeronave de Ethiopian Airlines se estrellara el domingo, menos de cinco meses después de otro accidente de este tipo.
Es la segunda vez que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos detiene los vuelos de un avión de Boeing en seis años. Antes había puesto en tierra el 787 Dreamliner debido a problemas con baterías en 2013.
Las acciones del mayor fabricante de aviones del mundo, que antes subían, cayeron un 1,73% a 377,14 dólares. Los papeles han caído alrededor de un 13% desde el domingo, unos 32.000 millones de dólares de valor de mercado.
“La agencia tomó esta decisión como resultado del proceso de recopilación de datos y la nueva evidencia recolectada en el sitio y analizada hoy (miércoles)”, dijo la FAA en un comunicado, poco después de que el presidente Donald Trump anunció que los aviones se quedarían en tierra.
Boeing dijo en una declaración que apoya la detención de las operaciones del 737 MAX, pero que el avión era seguro.
La caída, que aún no tiene una explicación, siguió a otra que involucró a un Boeing 737 MAX en Indonesia hace cinco meses que mató a 189 personas. Si bien no hay pruebas de ningún vínculo, los desastres han asustado a los pasajeros.
En tanto, la agencia federal de Alemania responsable de investigar los accidentes aéreos dijo que no analizará la caja negra del avión de Ethiopian Airlines, lo que generó incertidumbre sobre el proceso de averiguar qué pudo haber causado el desastre.
“Este es un nuevo tipo de avión con una nueva caja negra y con nuevo software. No podemos hacerlo”, dijo Germout Freitag, un portavoz de la Oficina Federal de Investigación de Accidentes de Aeronaves de Alemania (BFU).