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Los primeros cien agitados días del presidente mexicano López Obrador

Un sondeo publicado por el diario El Financiero aseguró que AMLO cuenta con el 78% de aprobación, la mejor cifra de un Presidente en las últimas tres décadas

Aunque parecieran más, debido a que tomó gran protagonismo desde que resultó electo en julio, el Presidente de México, Andrés López Obrador (AMLO), cumplió el domingo 100 días en el poder. Como es habitual, los balances y opiniones sobre su gestión, que comenzó el 1 de diciembre, son diferentes, pero todos coinciden en que su inicio ha sido especialmente agitado.

López Obrador se presentó a las elecciones de 2018 con un discurso enfocado mayoritariamente en la adopción de medidas para superar la desigualdad, erradicar la corrupción en todas las escalas y disminuir la inseguridad. Fue su tercera postulación y logró ganar con un 53% de los votos, rompiendo con décadas de un bipartidismo arraigado.

Hoy, dicha popularidad no solo se ha mantenido, si no que se ha consolidado. Un sondeo publicado esta semana por el diario mexicano El Financiero aseguró que AMLO cuenta con el 78% de aprobación, la mejor cifra de un Presidente en las últimas tres décadas para los primeros cien días. Además, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México, la sensación de bienestar en el país se encuentra actualmente en un 8,4 en una escala del 1 al 10, el nivel más alto desde 2014.

Sin embargo, y pese a las expectativas que genera su administración, el Gobierno de López Obrador no ha estado exento de polémicas y la incertidumbre sobre lo que pueda suceder aún es alta en algunos sectores. Lo más valorado Según la misma encuesta de El Financiero, el 52% de quienes apoyan al recién asumido Presidente de México lo hacen por lo que ha hecho hasta ahora, mientras que el 47% por lo que esperan que hará. Incluso, un 46% de los encuestados cree que la economía va mejorando.

Pero, ¿qué ha hecho hasta ahora? Una de las labores del Gobierno que más ha sido destacada durante estos primeros tres meses es el combate contra el denominado “huachicoleo” o robo de combustible. En diciembre, AMLO lanzó su plan gubernamental para erradicar las redes de robo mediante el cierre de las válvulas de cuatro de los 13 oleoductos de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex). Con ello, se interrumpió también el suministro a ciudades en al menos seis estados del país y el combustible comenzó a ser enviado mediante cientos de camiones cisterna. El problema surgió cuando la distribución se hizo insuficiente y se generó una crisis de desabastecimiento.

El Gobierno lo atribuyó a la falta de coordinación y a la corrupción al interior de la petrolera. En el marco de este mismo conflicto, el nuevo Ejecutivo debió enfrentarse a una tragedia: la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, generada por una toma clandestina de combustible. Al menos 135 personas murieron.

Pero poco a poco la situación se fue ajustando. El abastecimiento se normalizó y desde que comenzó el plan se logró desarticular 566 tomas ilegales, según el balance oficial. Entre otras medidas valoradas por la ciudadanía están las relacionadas a la austeridad y la transparencia.

Una es la apertura de las puertas del lujoso Palacio de Los Pinos, que hasta que asumió AMLO funcionaba como residencia presidencial, pero que hoy es un museo. También, los viajes en aviones comerciales del Mandatario, quien ya anunció la venta del avión privado, y las declaraciones patrimoniales de los funcionarios de Gobierno en busca de disminuir los gastos públicos.

Respecto al futuro, las expectativas están puestas la economía, en la lucha contra la corrupción y, por cierto, en la disminución de la inseguridad. No obstante, en algunos de estos temas también se han registrado varias voces críticas. Una de las iniciativas emblemáticas y a la vez más polémicas de López Obrador tiene que ver con sus intentos por acabar con el crimen organizado y el narcotráfico. Se trata de la creación de la Guardia Nacional, el nuevo cuerpo federal de seguridad pública que estará compuesto por policías y por 50.000 efectivos militares, que participarán de la entidad por un plazo de cinco años.

Desde el principio, la propuesta fue fuertemente criticada por organismos defensores de derechos humanos que consideran que el plan implica la militarización del país, pese a que tendrá un carácter civil.

“Llamarla civil no reducirá los riesgos latentes de violación de derechos humanos, impunidad y opacidad de operación de la seguridad pública”, advirtió el colectivo Seguridad sin Guerra, que agrupa a 300 organizaciones y activistas.

“Va a ser como el 'Ejército de paz' de la ONU y va a tener como fundamento principal garantizar la seguridad pública y los derechos humanos”, replicó a las críticas el Mandatario mexicano. Hasta ahora, 19 congresos locales de un total de 32 ya aprobaron la reforma constitucional. Pese a que requería solo 17 para ser promulgada, AMLO afirmó que esperará mayor legitimidad. Se espera que esté plenamente en funcionamiento en 2021. Si bien el Mandatario cuenta con el respaldo social en temáticas de inseguridad, dentro de la misma área habría fallado en las investigaciones sobre la muerte de la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso. El 24 de diciembre, el helicóptero donde viajaba junto a su esposo, el senador Rafael Moreno, se estrelló.

Opositores exigieron investigar a fondo el accidente y esclarecer dudas, pues la elección de gobernadora había sido cuestionada por el partido oficialista, Morena. Pero los avances en las indagaciones han sido escasos. La eliminación de la subvención de guarderías infantiles privadas tampoco ha gustado en varios sectores. Para el Presidente, muchas de estas entidades estaban manejadas por personas que obtuvieron beneficios durante los gobiernos del PRI y el PAN, por lo que decidió que las ayudas estatales irían directamente a los padres.

La medida no causó gracia: un 56% lo rechaza. Por último, a mediados de febrero, el Mandatario mantuvo un tenso encuentro con grandes empresarios mexicanos, como Carlos Slim Jr., y Alberto Bailleres. Allí, algunos de los líderes empresariales afirmaron que el país debe dar certeza a los inversionistas y le pidieron a AMLO que haga frente a situaciones que el último tiempo han perjudicado a las compañías.

En su respuesta, el Presidente se limitó a indicar que el peso se ha mantenido estable durante su gobierno y que la bolsa de valores ha avanzado. López Obrador tiene por delante casi seis años de mandato, siempre que a mitad del sexenio los mexicanos lo reafirmen en un referéndum, tal como él lo prometió en campaña. Por el momento, a cien días de su asunción, puede estar tranquilo siendo el Presidente mexicano más popular de los últimos años.