Siete muertos y cientos de desaparecidos es el balance primario de la rotura de una presa que almacenaba millones de toneladas de residuos minerales y su torrente de barro arrasó todo a su paso en el estado de Minas Gerais, en Brasil. Según las fuentes oficiales el desastre en el complejo de la empresa minera Vale va camino a convertirse una de las peores tragedias del medio ambiente en Brasil.
Además de las siete víctimas, aún no identificadas, otras nueve personas fueron rescatadas con vida y conducidas a hospitales, mientras que otras 100 fueron ubicadas en buen estado en las zonas donde habían quedado aisladas, según un comunicado de la gobernación de Minas Gerais.
En ese sentido, las autoridades calculan en más de 200 el número de desaparecidos por la tragedia, que en su mayoría corresponderían a empleados de la planta de Vale en que el vertido sepultó varias edificaciones, incluyendo un comedor, donde almorzaban los obreros. Según la gobernación de Minas Gerais, en base a datos de Vale, tan sólo se ha localizado a 279 de los 427 trabajadores con los que contaba en las instalaciones.
No sabemos cuántos estaban en el restaurante de la planta, ya que era hora de almuerzo, ni cuántos en una de las edificaciones de la administración, afirmó Fabio Schvartsman, presidente de Vale, mayor productora mundial de hierro, en una rueda de prensa en la que informó de que ambos predios quedaron sepultados.
El presidente de Vale afirmó que aún se desconocen las causas del accidente y que la represa que se rompió estaba desactivada desde hacía tres años pero aún contenía desechos minerales, principalmente sílice, aunque en su mayoría era tierra.
No sabemos lo que ocurrió. Es muy prematuro para tener informaciones sobre las causas del accidente, dijo. Según la secretaría regional de Medio Ambiente, la represa que se rompió tenía un área aproximada de 27 hectáreas y un muro de unos 87 metros de altura, y no recibía residuos desde 2015.