El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, prometió medidas rápidas y amplias para arreglar la economía e impedir, según él, que la nación más grande de América Latina se convierta en un régimen al estilo de Venezuela.
Los planes para vender una gran cantidad de empresas estatales están casi listos, y una propuesta que se enviará al Congreso traerá sustanciales recortes a los gastos de pensiones y establecerá una edad mínima de jubilación, declaró Bolsonaro el miércoles en Davos en una entrevista con John Micklethwait, editor jefe de Bloomberg News.
El Mandatario dijo que la aprobación de la reforma de pensiones que los inversionistas están esperando con impaciencia es prácticamente un hecho, ya que la situación financiera de Brasil le da pocas opciones.
Hay conciencia en Brasil que las reformas son vitales para que las entidades federales sigan operando, expresó. Brasil tiene que funcionar. Si no, la izquierda regresará y no conoceremos el destino de Brasil, quizás se vuelva más como el régimen imperante en Venezuela.
Si bien el potencial interés de Brasil en la venta de activos estatales y la posibilidad de un mayor comercio sigue siendo intenso, los inversionistas están empezando a exigir más detalles a la nueva administración. Tras un aumento del 20% desde la primera ronda de Bolsonaro, las ganancias del mercado de valores de Sao Paulo se han detenido.
Algunos de los planes de privatización han comenzado a surgir en los últimos días, pero la propuesta de reforma de pensiones solo se presentará al Congreso a mediados de febrero y es posible que transcurran muchos meses más. Los mercados están siguiendo de cerca la reforma de pensiones debido a su potencial para ayudar a minimizar un déficit presupuestario muy grande.
Bolsonaro dijo que se están realizando esfuerzos para modernizar Mercosur y permitir que Brasil busque acuerdos comerciales separados. Un país del tamaño de Brasil no puede ser retenido por Mercosur para hacer negocios con el resto del mundo, expresó Bolsonaro.
Por otro lado, declaró que el impasse en las conversaciones comerciales con la Unión Europea se debió a la resistencia de Francia a las demandas brasileñas de productos agrícolas.
A raíz de la peor recesión registrada y los años de escándalos de corrupción, la dura conversación de Bolsonaro sobre la ley y el orden, así como su promesa de un gobierno transparente, resonaron en una población profundamente desilusionada con los partidos tradicionales.
Sin embargo, su primer viaje al extranjero como presidente se ha visto algo opacado por los informes de los medios de comunicación brasileños sobre las denuncias de irregularidades financieras que involucran a su hijo mayor.
La investigación a Flavio Bolsonaro, senador electo, podría socavar la agenda anticorrupción del presidente y alienar su base de apoyo. Si por casualidad cometió un error y fue comprobado, lo lamento como padre, pero tendrá que pagar el precio por aquellas acciones que no podemos aceptar, aclaró Bolsonaro.