La economía alemana creció un 1,5% en 2018, la tasa más débil en cinco años y una clara desaceleración con respecto al año anterior, según un cálculo preliminar publicado el martes por la Oficina Federal de Estadísticas.
La economía más grande de Europa está luchando contra el enfriamiento de la economía mundial, las disputas comerciales provocadas por las políticas “America First” (“Estados Unidos primero”) del presidente estadounidense Donald Trump y el riesgo que Reino Unido salga de la Unión Europea sin un acuerdo en marzo.
Los economistas esperaban un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 1,5% el año pasado después de una tasa de expansión del 2,2 por ciento en 2017.