El gobierno de Guatemala pidió este martes a Estados Unidos una investigación clara de la muerte de un niño guatemalteco de ocho años bajo custodia de la patrulla fronteriza, un caso similar al de la menor Jakelin Caal, de siete, quien falleció hace dos semanas.
El gobierno de Guatemala, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, solicitará una investigación clara y resguardando el debido proceso sobre este caso a las autoridades estadounidenses, detalló la cancillería local en un comunicado.
El servicio de vigilancia de fronteras de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) informó en un boletín que el niño murió poco después de la medianoche, el 25 de diciembre, en el Centro Médico regional de Gerald Champion, en Alamogordo, en Nuevo México.
La cancillería guatemalteca detalló que el niño y su padre fueron detenidos el 18 de diciembre al cruzar la frontera a Estados Unidos por la ciudad de El Paso, en Texas. Luego, el 23, fueron trasladados a la estación de la Patrulla Fronteriza en Alamogordo. La causa de la muerte está en investigación y se han solicitado los informes médicos que se practiquen para esclarecer la causa de la muerte del menor, agregó el comunicado de Guatemala.
De acuerdo con la CBP, durante el día 24 el menor había mostrado síntomas de resfrío que luego evolucionaron a náuseas y vómitos por lo que fue llevado al hospital. Las autoridades estadounidenses explicaron que el niño fue diagnosticado inicialmente con un resfrío común. El niño fue mantenido en observación durante 90 minutos y después dado de alta del hospital a mitad de la tarde del 24 de diciembre con una prescripción de amoxilina y de ibuprofeno, indicaron las autoridades.
En la noche, el cuadro evolucionó y el niño comenzó con náuseas y vómitos y fue transferido nuevamente al centro médico para ser evaluado y tratado, donde finalmente murió poco después de la medianoche.
Cabe recordar que el 8 de diciembre, la niña guatemalteca de 7 años Jakelin Caal falleció en un hospital de El Paso, Texas, por causas aún no reveladas después de haber sido detenida junto a su padre tras cruzar ilegalmente la frontera desde México en la noche del 6 de diciembre. Según el diario The Washington Post, que citó al CBP, la niña habría fallecido por deshidratación y shock. La menor fue repatriada a Guatemala el domingo para ser velada y sepultada en el poblado indígena de Raxruhá, en el norte del país.