Más allá de las actividades oficiales, la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC) dejó varias curiosidades, algunas polémicas, entre ellas autos de lujo y los cruceros hoteles. En efecto cada asistente a la cumbre en Papúa Nueva Guinea era recibido en el aeropuerto de Port Moresby con un lujoso Maserati de color negro, que fue comprado junto a otros 39 vehículos por la organización del evento.
La decisión del Gobierno de Papúa Nueva Guinea de adquirir las unidades del fabricante italiano de autos deportivos para trasladar a las autoridades durante la cumbre, generó una fuerte polémica debido al alto gasto -que se estima en 150 mil dólares por auto-, en un país donde un tercio de la población local vive bajo la línea de la pobreza. A lo anterior se suma un terminal VIP en el aeropuerto de Port Moresby -que costó US$19 millones- y la construcción de la APEC Haus, un elegante edificio de cristal en la bahía que será la sede de las reuniones de alto nivel de la cumbre, con un costo de superior a los US$ 35 millones.
Otro tema curioso fue que debido a la escasez de hoteles, muchos de los invitados a la cumbre, como empresarios y los cerca de 2.000 profesionales de la prensa, se hospedaron en alguno de los tres cruceros de la australiana Carnival atracados en el puerto de la capital, que además es el centro financiero.
Según fuentes consultadas, se han hecho estimaciones sobre que esta APEC fue la más cara de la historia, con un costo que podría haber bordeado los US$200 millones, debido a la escasa infraestructura que poseía antes de su organización y a las inversiones que comprometió el gobierno local el mejorar calles, carreteras, etc.
Una fuerza multinacional con aviones caza, navíos de guerra y soldados de élite se desplegaron en Port Moresby, una de las capitales más peligrosas del mundo, para garantizar la seguridad de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). En total, fueron unos 4.000 militares, la mitad extranjeros (principalmente australianos), trabajaron junto a centenares de policías para patrullar la capital del país.
La cita en Port Moresby cobró especial importante para los chilenos pues la próxima cumbre en año entrante se celebrará en el país andino.