Tan sólo un día después de admitir que su administración cobraba los impuestos más altos del mundo, el presidente argentino Mauricio Macri justificó el jueves un nuevo aumento tributario para equilibrar el presupuesto 2019 y crear bases sólidas que, en su opinión, permitirán que el país crezca durante varios años.
Desafortunadamente, una parte del déficit cero el próximo año es el aumento de los impuestos y otra parte es la reducción de gastos, Macri dijo en una conferencia de prensa en Córdoba.
También reconoció que este nivel de impuestos es perjudicial para el país, porque los empresarios extranjeros comparan Argentina con Chile, Uruguay o Colombia e invierten donde es más conveniente, donde hay menos impuestos.
Sin embargo, firmó un decreto en virtud del cual la venta de bienes adquiridos después de 1 de enero de 2018 y las indemnizaciones por despido en los casos de los salarios más altos serán alcanzados por los impuestos sobre la renta.
Necesitamos que los gobernadores hagan cumplir los presupuestos con cero déficit, subrayó Macri. Agregó que setenta años de romper el presupuesto nos ha llevado a esta situación de pobreza, que no existía antes, hemos estado en retirada durante décadas y tenenos una pesada deuda para con el desarrollo del país.
El presidente señaló que para resolver esta deuda el punto de partida es un presupuesto equilibrado, una Argentina administrada con transparencia y sin corrupción y una Argentina conectada al mundo que en 2030 será capaz de triplicar exportaciones y cuadruplicar la cantidad de compañías exportadoras.
Además, Macri negó que hubieran despidos masivos debido a la recesión en Argentina y confía en que, en los próximos años habrá un superávit fiscal.
También se mostró a favor de una reciprocidad en materia migratoria y formuló una distinción entre las personas con una vocación que vienen a trabajar y quienes vienen con otras intenciones.