Uruguay ocupa el segundo lugar en el mundo entre los países productores de energía eólica, con un 40,1% del consumo eléctrico proveniente de esa fuente y es la única nación no europea en una posición de liderazgo, según un informe de la consultora SEG Ingeniería.
Los datos de SEG provienen del Informe de mercado de 2017 de Tecnologías Eólicas realizado anualmente por el Departamento de Energía de EE. UU.
El estudio ya ha tenido 12 ediciones y su objetivo es proporcionar una descripción general de los desarrollos y tendencias del mercado de la energía eólica en el mundo.
De los 24 países principales analizados para evaluar la penetración del viento en la matriz de generación de energía, una presencia clara de los países europeos es fácilmente perceptible, según SEG, ya que quince naciones son de ese continente, donde la energía eólica se explotó por primera vez a gran escala, lo que a su vez condujo al desarrollo de la industria de aerogeneradores.
En 2017, el viento representó el 5.2% de la matriz de energía eléctrica mundial, y solo cuatro son los países en el ranking que presentaron la generación eólica por debajo del promedio mundial: China, India, Japón y México, mientras que 20 países estuvieron por encima de esa línea.
China fue la nación que más aumentó su capacidad eólica el año pasado, incorporando 19.7 gigavatios (GW).
Agrupados proporcionalmente, hay un subgrupo de 11 países cuya generación eólica es inferior al 10%, conformada por siete naciones europeas, Estados Unidos, Canadá, Australia y Brasil.
En el segundo subgrupo, el de mayor generación de energía eólica del mundo, hay ocho estados europeos junto con Uruguay.
Encabezando la lista está Dinamarca con 47.8%; seguido por Uruguay con 40.1% e Irlanda con 31.1%.
El pasado mes de septiembre fue de importancia histórica para Uruguay con el 48,94% de la demanda de electricidad satisfecha a través de la energía eólica.
Uruguay subió en nueve años de una capacidad de 14,6 megavatios (MW) a los 1.510 MW que tiene actualmente con más de 600 aerogeneradores en todo el país.
SEG llama a este fenómeno la revolución de la energía eólica uruguaya.