Los habitantes de Stanley, la capital de las Islas Falkland tienen esperanza que en un futuro próximo, después de más de 36 años, recuperarán una de sus playas favoritas, donde familias y niños solían concurrir a hacer picnics y jugar.
Se trata de Yorke Bay en una de las ensenadas del ingreso al puerto de Stanley y que está cercada y aislada debido a las minas plantadas por las tropas argentinas antes de retirarse en 1982.
En efecto según comentó la legisladora electa de las Falklands, Leona Roberts, en su columna del Penguin News, tiene hermosos recuerdos de niña jugando en las arenas blancas que parecían interminable, de chapotear en la orilla del mar y lanzarse desde las impresionantes dunas que resguardan la playa de Yorke Bay.
Pero también con enfado y amargura pues tras el minado realizado por las fuerzas invasoras argentinas en 1982 tuvo que aprender a aceptar que nunca más iba a poder jugar en esa playa y dunas.
”Me he tenido que contentar de mirar más allá del tejido del campo minado y contarles a mis hijos como Yorke Bay era infinitamente superior tanto a Surf Bay y Rookery Bay, (playas próximas), y porqué no podíamos ir más ahí, escribió la legisladora.
Por tanto admitió que resultó muy prometedor y entusiasmante enterarse la semana pasada que Safelane Global, anteriormente Dynasafe Bactec había comenzado el relevamiento técnico de Yorke Bay, tarea que precede los trabajos de desminado, programados para el año entrante.
La legisladora Roberts dijo que se les aseguró en la sesión informativa de la compañía que los equipos de barrido, como siempre, harán el mayor esfuerzo por minimizar la alteración de la vida silvestre, y de la comunidad, si bien se entiendo que algún nivel de disrupción es inevitable. A su vez está seguro que el público en general continuará a respetar el trabajo que realizan los encargados del desminado y brindarles toda la oportunidad para que avancen sin interrupciones.
Leona Roberts espera ansiosa ver al equipo de Safelane en acción. Admite asimismo tener gran admiración por el magnífico trabajo que ya han cumplido en los últimos nueve años, o por ahí, limpiando unos sesenta sitios minados a la vez que retornando al uso público de grandes extensiones de las Islas, y por cierto Yorke Bay será la joya de la corona.
Que sucede con estos espacios desminados es un gran desafío tanto para el gobierno de las Falklands como para la comunidad. Esas tierras precisan ser recuperadas del proceso de desminado y luego se deben implementar planes de administración sensatos y prácticos para asegurarse que esos espacios con debidamente utilizados, disfrutados y protegidos.
Esto como se sabe ha sido objeto de acalorados debates en Facebook y será encarado en los meses por delante”, anticipó Leona Roberts.