El presidente Daniel Ortega, y los obispos de la Conferencia Episcopal se reunirán este jueves para decidir si “conviene llevar adelante” el diálogo nacional, actualmente suspendido, para poner fin a la crisis más sangrienta que vive el país.
El mandatario nicaragüense aceptó una invitación del pleno de los obispos, mediadores y testigos del diálogo, y acordaron celebrar el encuentro hacia las 15.00 hora local (21.00 GMT) , en La Casa de los Pueblos, en el antiguo centro de Managua.
Los obispos explicaron en una carta que solicitaron audiencia a Ortega para “tratar los temas tan indispensables para nuestra patria, de la justicia y la democracia, de los que depende siempre la paz, con el fin de valorar la conveniencia de llevar adelante el diálogo”.
“Después de esta reunión, estaremos informando a la comunidad nacional e internacional sobre lo dialogado” a través de una conferencia de prensa a las 19.00 horas (01.00 GMT del viernes) en el Seminario Nuestra Señora de Fátima, indicó el Episcopado.
El diálogo nacional entre el Gobierno y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia -que aglutina al sector privado, sociedad civil, estudiantes y campesinos- fue congelado poco después de haberse instalado a mediados de mayo y tras la propuesta de los sectores civiles de adelantar las elecciones como salida a la crisis, lo que el Gobierno tildó de “ golpe de Estado ” .
La reunión de este jueves fue concertada un día después que la Asamblea General de la OEA aprobara una declaración en la se pide el “cese inmediato” de la violencia en Nicaragua sin dirigir esa solicitud al Gobierno de Ortega.
La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó el martes una declaración en la que se pide además que el Gobierno y los otros sectores se comprometan a buscar una solución pacífica a la crisis.
Además, se pide fortalecer las instituciones democráticas y que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) , que realizó una visita de trabajo en Nicaragua, informe lo más pronto al Consejo Permanente de la OEA sobre los resultados de su investigación. La ONU respaldó ese llamamiento a un “cese inmediato” de la violencia en Nicaragua y se ofreció para apoyar el diálogo y las investigaciones en el país.
“El secretario general se siente alentado porque el Gobierno está trabajando con la OEA en cuestiones electorales y con la CIDH sobre el establecimiento de un Grupo de Expertos Independientes Internacionales para investigar los recientes actos de violencia y expresa su solidaridad con el pueblo de Nicaragua”, dijo el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, a través de su portavoz, Stéphane Dujarric.
Dujarric aseguró que el sistema de las Naciones Unidas “está listo para brindar apoyo técnico al diálogo mediado por la Conferencia Episcopal Nicaragüense y a las iniciativas de la CIDH” .
El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Nicaragua interpretó la declaración aprobada por la Asamblea General de la OEA como un respaldo a Ortega.
“La OEA ha dado un respaldo a la posición del presidente Daniel Ortega, que ha sido consistente al llamado al diálogo nacional, sin condiciones”, opinó el titular de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional (Parlamento), Jacinto Suárez. Para Suárez, el diálogo está estancado porque la contraparte al Gobierno, que no dio su visto bueno al mensaje de la OEA, ha estado obcecada a planteamientos “inconstitucionales” y nada razonables.
“Estos grupos creen que hacer oposición es hacer obcecación, solo saben decir no, no y no, entonces hay que buscar nuevos actores que ayuden a la salida del diálogo. Si no hay diálogo, este país se cae y por eso el presidente Ortega ha buscado nuevos actores que ayuden al diálogo, así léanlo, que ayuden a una solución negociada y pacífica”, apuntó.
“La posición de la OEA ha sido la misma, de mantener una solución democrática sin golpes de Estado y aquí la oposición ha estado obcecada en un golpe de Estado”, agregó.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua invitó el 23 de mayo pasado al secretario general de la OEA, Luis Almagro, a integrarse a ese foro, sin respuesta aún. Nicaragua cumple hoy 50 días de una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 127 muertos y más de un millar de heridos, según la CIDH.
Las protestas contra Ortega y contra su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, arrancaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide su renuncia, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.