El presidente brasileño, Michel Temer, y sus aliados recibieron con alivio la decisión del Supremo Tribunal Federal de dejar en libertad a dos amigos del mandatario envueltos en un escándalo de corrupción.
Temer se reunió con ministros el domingo en el marco de la crisis desatada por el arresto del abogado José Nunes y de Joao Batista Lima Filha, dos de sus hombres de confianza, que recuperaron la libertad el sábado.
El mandatario está “tranquilo” luego de la “indignación del jueves” cuando sus amigos fueron detenidos, declaró el diputado Darcisio Perondi, vicejefe del bloque oficialista.
Los arrestos fueron parte del Operativo Skala, realizado por la policía con orden del Supremo dentro de las diligencias sobre el presunto pago de sobornos de empresas beneficiadas con un decreto de Temer sobre el puerto de Santos.
El Operativo Skala causó una conmoción política y el mandatario divulgó una nota en la que denunció una trama “oscura” para derrocarlo.
Luego de superada la tensión por los arrestos la crisis no fue completamente disipada, ya que está en pie la posibilidad de que la Procuraduría denuncie a Temer, cuyo gobierno concluirá el 31 de diciembre próximo.
Fuentes del gobierno admitieron que aún hay “preocupación” sobre una denuncia contra el mandatario, afirmó el periodista Gerson Camarotti en radio CBN.
Según Camarotti, el desgaste del caso de corrupción en Santos deterioró la imagen del gobernante que puede archivar su intención de ser candidato a un nuevo mandato en las elecciones presidenciales del 7 de octubre.