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La CIA al mando de una mujer, experta en “submarinos”

Miércoles, 14 de marzo de 2018 - 09:28 UTC
Gina Haspel se unió a la CIA en 1985 y ha servido en puestos en todo el mundo, pasando gran parte de su carrera como agente encubierto. Gina Haspel se unió a la CIA en 1985 y ha servido en puestos en todo el mundo, pasando gran parte de su carrera como agente encubierto.

El Presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este martes la salida del actual director de la CIA, Mike Pompeo, para asumir como secretario de Estado en lugar de Rex Tillerson, por lo que será reemplazado por Gina Haspel. Se trata de un hecho histórico, ya que es la primera vez en que una mujer liderará la agencia de inteligencia norteamericana.

 Gina Haspel se unió a la CIA en 1985 y ha servido en puestos en todo el mundo, pasando gran parte de su carrera como agente encubierto. También ha sido directora adjunta del Servicio Nacional Clandestino de Inteligencia Extranjera y Acción Secreta, jefa de Gabinete del director del Servicio Nacional Clandestino y del Centro Contraterrorista.

Así, el punto más alto en su carrera, hasta ahora, ocurrió en febrero de 2017, cuando Mike Pompeo la nombró en la vice-dirección de la entidad, convirtiéndose de esta forma en la segunda mujer en asumir ese cargo. No obstante, en el momento de su nombramiento, fue comentada la acusación en su contra por presuntamente ordenar el uso de tortura en interrogatorios secretos.

Según publicaciones del diario The Washington Post, Haspel fue responsable de una prisión secreta ubicada en Tailandia en 2002. En ese centro de detención, según el matutino, “por lo menos dos detenidos”, identificados como Abu Zubaydah y Abd al-Rahim al-Nashiri, “fueron sometidos al 'submarino' y otras técnicas de interrogatorio” que el propio Congreso estadounidense consideró equivalentes a torturas.

Incluso, una de las víctimas estuvo al borde de la muerte. Asimismo, de acuerdo a The New York Times, las sesiones se grabaron en video y las grabaciones se almacenaron en una caja fuerte que Haspel junto a otros directivos ordenaron que se destruyeran. Las acusaciones de tortura y la destrucción de los videos no solo la atormentaron el año pasado, sino que también en 2013, cuando fue nombrada jefa interina del Servicio Clandestino Nacional de la CIA, pero fue reemplazada en pocas semanas.

En ese momento, la senadora demócrata por California Dianne Feinstein, que formaba parte del Comité de Inteligencia del Senado, bloqueó la promoción de Haspel por “autorizar el uso de tormento físico a detenidos”. No obstante, a pesar de estar involucrada a este episodio oscuro en la historia de la organización, durante su carrera ha sido apoyada por funcionarios retirados como James R. Clapper Jr., ex director de Inteligencia Nacional, y Michael J. Morell, que fue director interino de la CIA en dos ocasiones.

También ha sido premiada con el reconocimiento George H. W. Bush a la excelencia en contraterrorismo; el Premio Donovan; la Medalla de Inteligencia al Mérito; y el premio de rango presidencial, el reconocimiento más prestigioso en el servicio civil federal. Su designación aparece después de que, durante su campaña electoral, el Presidente Donald Trump dijera que creía que, a pesar de todas las pruebas, la tortura funciona.