El ataque con gas nervioso contra el ex espía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia afectó a 21 personas en Reino Unido, que tuvieron que recibir atención médica, según informó este jueves la policía británica. Los afectados concurrieron a los centros médicos y debieron ser tratados. Según se informó, a algunos de ellos se les tomó exámenes de sangre.
Entre las víctimas, no obstante, los que aún permanecen internados son el ex agente, su hija y un policía que llegó al lugar para auxiliarlos, indicó la Policía de Wiltshire, según la agencia PA. Skripal, de 66 años, y su hija, de 33, fueron encontrados el pasado fin de semana con síntomas de intoxicación en un banco en un centro comercial de la ciudad inglesa de Salisbury. Los dos están ingresados en estado crítico e inconscientes en un hospital.
Los eventos del domingo sirven como recordatorio, si hacía falta, de las peligrosas situaciones que enfrentan nuestros servicios de emergencia, y la dedicación y el coraje que muestran cada día para mantenernos seguros, dijo la Primera Ministra británica, Theresa May.
Skripal, un ex coronel de la inteligencia militar rusa, fue condenado y encarcelado en Rusia en 2006 por haber espiado para el Reino Unido. Fue liberado cuatro años después para que pudiese residir en Reino Unido, como parte de un intercambio de espías de alto perfil con Estados Unidos. Vivía en Salisbury bajo su verdadero nombre, informó The Guardian.
Más temprano, la ministra del Interior, Amber Rudd, declaró en la cadena BBC que Skripal y su hija fueron envenenados con un agente nervioso muy raro, que al parecer no fue ni sarín ni VX. El caso despertó el recuerdo de la muerte del ex agente de inteligencia ruso Alexander Litvinenko, que murió en 2006 tras ser envenenado en Londres con té que contenía isótopos radioactivos.
Las investigaciones británicas concluyeron entonces que Litvinenko fue asesinado por los ex agentes rusos Andrei Lugovoi y Dmitri Kovtun. Ambos negaron esas acusaciones, evitaron ser sometidos a juicio en Reino Unido y viven en Rusia.