El pleno del Tribunal Superior de Justicia (STJ) de Brasil votó por unanimidad a favor de la ejecución de la pena de 12 años de cárcel contra el ex Presidente Lula da Silva una vez se agoten los recursos en segunda instancia.
Los cinco magistrados de la corte rechazaron el habeas corpus preventivo presentado por la defensa de Lula para evitar su prisión una vez sea analizado el recurso presentado el pasado 20 de febrero ante el Tribunal Regional de la Cuarta Región, en Porto Alegre.
En enero, los tres magistrados de ese tribunal de segunda instancia ratificaron y aumentaron de nueve a doce años de prisión la sentencia contra Lula dictada por un juez inferior en un caso relacionado con el escándalo destapado en la petrolera estatal Petrobras.
El habeas corpus preventivo ya había sido negado por uno de los magistrados del Tribunal Superior de Justicia, pero la decisión fue respaldada este martes por el resto del pleno, que siguió el voto del instructor del caso en dicho tribunal, Felix Fische.
Fische resaltó que no ve ninguna ilegalidad en el cumplimiento inmediato de la pena una vez analizados los recursos en segunda instancia y citó varias decisiones del Supremo Tribunal Federal (STF), máxima corte del país, en ese sentido. Una decisión cautelar del STF tomada en 2016 permite que una sentencia empiece a ser ejecutada una vez concluyan todas las apelaciones en segunda instancia y aún cuando haya posibilidades de otros recursos en instancias superiores.
La defensa de Lula entró también con un habeas corpus en el Supremo el pasado mes y el pleno de dicho tribunal deberá ahora analizarlo, después de que un juez de la corte lo rechazara de manera provisional. Lula fue condenado por recibir 2,25 millones de reales (unos 700.000 dólares) en concepto de sobornos de parte la constructora OAS, los cuales se habrían materializado en la reserva y reforma de un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá, en el litoral del estado de Sao Paulo.
El ex mandatario, quien quiere ser candidato para los comicios presidenciales de octubre, ha reiterado su inocencia y se ha declarado víctima de una persecución política y judicial para impedir su carrera electoral. Cercado por la justicia, Lula continúa liderando las encuestas de intención de voto para las elecciones, aunque la mayoría de la población rechaza su presencia en las urnas tras la condena por corrupción que le fue impuesta.