El diputado de la Asamblea Nacional Constituyente, Tomás Lucena, fue asesinado en la tarde del miércoles en el estado Trujillo, al occidente de Venezuela cuando lo interceptaron dos sujetos en motos y lo hirieron con varios balazos, según testigos. El gobierno califica el crimen de venganza.
Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación e información, calificó de “sicariato político” la muerte de Lucena. En vísperas de la reunión en la mesa de diálogo con la oposición en República Dominicana.
“Existe una especie de patrón de violencia que se repite y se ha venido produciendo” durante el gobierno del oficialismo. Asimismo, hizo referencia a la oposición venezolana acusando que aquellos que “odian la paz” y hacen llamados “de forma persistente a la violencia, que están detrás del robo significado de la guerra económica, en este momento, son señalados.” Iniciando así, una acusación parecida a las que sucedieron con casos similares en los que dirigentes oficialistas fueron asesinados.
Más temprano, el diputado opositor por la Asamblea Nacional, Juan Andrés Mejía, declaró que irían a las calles si vuelven a fracasar las conversaciones entre el gobierno y la oposición. Mientras tanto, el ministro aprovecha la conferencia de prensa para responder incitándolo “No necesitamos ir a República Dominicana para eso. Vayan a la calle, ahí los esperamos”.
También atacó al presidente de la Asamblea Nacional, Omar Barboza, de generar violencia en el país luego de que el Parlamento declarara nula la creación de la criptomoneda Petro.