Las principales capitales del mundo desplegarán un importante dispositivo de seguridad para evitar posibles ataques terroristas durante las multitudinarias celebraciones para recibir el Año Nuevo.
Algunas de esas ciudades, objetivo durante 2017 de atentados yihadistas, mantienen desde entonces un nivel elevado de alerta terrorista, como es el caso de Nueva York y Las Vegas, esta última escenario, hace tres meses, de la peor matanza a tiros de la historia moderna de Estados Unidos.
En Europa, Alemania será pionera en destinar un área delimitada donde se prestará atención psicológica y sanitaria a mujeres que se hayan sentido acosadas o sufrido abusos sexuales.
La medida se pondrá en marcha en Berlín, donde unos 1.400 policías velarán por la seguridad ante la emblemática Puerta de Brandeburgo, y se replicará en Colonia, ciudad en la que en 2015 se registraron abusos sexuales masivos que se reprodujeron al año siguiente, aunque en menor proporción, tanto allí como en el resto del “Land” (estado) de Renania del Norte-Westfalia.
En Francia, el ministerio del Interior anunció que sacará a las calles a 139.400 miembros de las fuerzas de seguridad durante las celebraciones de la Nochevieja, entre ellos bomberos, personal de salvamento y artificieros.
La totalidad del territorio francés estará cubierto por el dispositivo antiterrorista Vigipirate, con el acento puesto en los grandes centros comerciales, en las concentraciones de personas y en las infraestructuras de transportes públicos.
A pesar de haber sufrido cuatro atentados terroristas en 2017, que dejaron 13 muertos y 18 heridos, Londres contará con menos agentes que en otras ocasiones, según informó la Policía Metropolitana (Met), que ha asegurado, no obstante, que el número de policías es el “apropiado” para la situación y se combinará con otras medidas de seguridad.
Las medidas de seguridad se extremarán también en Turquía, donde se ha prohibido la celebración de fiestas en lugares emblemáticos de Estambul, como la plaza Taskim, en prevención de posibles sucesos como la masacre perpetrada hace un año el club Reina en la que un miembro del grupo terrorista Estado Islámico (EI) ametralló y asesinó a 39 personas.
En Ankara no se prohibirá el tradicional festejo en la céntrica plaza de Kizilay, pero se desplegará un dispositivo policial, compuesto por 9.744 agentes.
En España, Madrid y Barcelona reforzarán la seguridad en sus centros urbanos, con la colocación de “elementos de protección” después de que el pasado agosto un atentado yihadista en la capital catalana acabara con la vida de 15 personas y dejara más de un centenar de heridos.
En Madrid, además, se cerrarán los accesos a la Puerta del Sol, la céntrica plaza donde se da la bienvenida al Año Nuevo, cuyo aforo quedará limitado a 20.000 personas, es decir, dos personas por metro cuadrado.
En Portugal, donde el nivel de amenaza terrorista es moderado, el dispositivo de seguridad será semejante al del año pasado, con cortes de tráfico en los lugares de Lisboa y Oporto donde se esperan grandes aglomeraciones de personas.
En otras capitales europeas, como Sofía, Viena, Budapest y Praga, las especiales medidas de seguridad se extenderán desde los centros urbanos, donde se celebrarán los festejos de Año Nuevo, hasta aeropuertos, estaciones de tren, autobuses y grandes centros comerciales.
En todas ellas, además, se prevé la instalación de bloques de cemento o vehículos pesados en los accesos a las zonas más concurridas para evitar eventuales ataques como los ocurridos en otras ciudades de Europa.
Estados Unidos reforzará especialmente la seguridad en Nueva York y Las Vegas, objetivos de los terroristas en este 2017.
La vigilancia será mayor en los accesos a la plaza neoyorquina de Times Square, donde se reunirán más de un millón de personas para despedir el año, a raíz de los atentados del 31 de octubre, que costaron la vida a ocho personas, y del 11 de diciembre, sin víctimas mortales pero con varios heridos, en un pasillo de la red suburbana a sólo pasos de donde se dirá adiós al 2017.
Las medidas incluyen el cierre de calles desde el mediodía, con camiones llenos de arena y vallas de cemento alrededor de la plaza.
Las Vegas se blindará con casi 2.000 efectivos, con apoyo aéreo y de francotiradores, para garantizar la seguridad en la multitudinaria celebración de Año Nuevo cuando se cumplen tres meses de la matanza a tiros de 58 personas que asistían a un concierto al aire libre.
El aeropuerto y otros puntos sensibles de la ciudad de los casinos, como su famoso bulevar, el Strip, donde se cometió la masacre el 1 de octubre pasado, recibirán especial vigilancia para que los más de 330.000 asistentes previstos puedan celebrar el nuevo año sin sobresaltos.