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La gasolina, otro rubro de negocios en tiempos de escasez
Los “bachaqueros” (revendedores) envasan 20 litros de gasolina en bidones y los venden en la calle por 1600000 Bs, lo que equivale aproximadamente a 3 sueldos mínimos y medio. Foto: Santi Donaire Es paradójico que en el país con las mayores reservas de petróleo del mundo haya escasez de gasolina. Claro está, Venezuela no produce la gasolina como tal, sino que vende el pesado crudo venezolano e importa la gasolina, de forma que con las sanciones impuestas por diversas naciones y la propia crisis que sufre una PDVSA en default parcial –que según los sindicatos funciona aproximadamente al 13% de su capacidad– complican el problema.
Se encuentran buques en la costa de Venezuela esperando pagos para poder desembarcar la gasolina. Sin embargo, no se han hecho los trámites o pagos necesarios para los mismos, de forma que en 11 de los 23 estados Venezolanos se está sufriendo para poder satisfacer la demanda mínima.
La gasolina está subsidiada por el gobierno a 1 Bs la de 91 octanos y 6 Bs la de 95 octanos por litro y, en las denominadas ‘bombas internacionales’ en estados fronterizos en 330 Bs/litro (cerca de 0,003 dólares al dólar negro en la actualidad o, 0,03 dólares oficiales).
En dichos Estados, se hacen colas (filas, líneas) de 2-3 horas en algunos o de 3 días en otros, para poder obtener sólo 30 litros como máximo por carro o, si se le da dinero a los Guardias Nacionales –que custodian las estaciones de servicio- y a los encargados, puede llegar a llenarse el tanque.
Los autos hacen una línea y las motos otra o simplemente pasan directo, dependiendo de la estación de servicio. Lo cual hace que los moteros tengan ventaja, y aprovechen la crisis de combustibles para que saquen de su tanque la gasolina, la metan en bidones y la vendan en las calles a un precio de 1.600.000 Bs por 20 litros, lo que equivale aproximadamente a 3 sueldos mínimos y medio.
Debido a la dificultad para poder tener gasolina en los vehículos, tampoco hay suficiente transporte público o privado, por lo cual gran cantidad de personas han pasado éstas navidades esperando en una línea para poder llenar su tanque de gasolina o, en la mayoría de los casos, esperando a que llegue una gandola (camión de transporte) a la estación de servicio para poder obtenerla.
