La Cámara de Diputados de Argentina suspendió el jueves la votación de una controvertida reforma del sistema de pensiones tras una acalorada discusión legislativa y enfrentamientos entre policías y manifestantes fuera del edificio, en un golpe para los planes del Gobierno para reducir el déficit público.
El proyecto, que ya cuenta con el visto bueno del Senado, es parte de un paquete de reformas con las que el presidente liberal Mauricio Macri espera bajar los costos de producción de Argentina para atraer inversiones.
Los críticos dicen que el proyecto, que se esperaba discutir en el marco de las sesiones extraordinarias de fin de año a las que convocó el Gobierno esta semana, perjudicará a los jubilados.
“Es una buena ley (...) Lo que se vio era una vocación de muchos diputados de debatir, pero no en ese contexto de violencia, entonces no se votó hoy”, dijo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en una conferencia de prensa tras los incidentes.
El oficialismo -que no tiene mayoría en ninguna cámara del Congreso- dijo que consiguió el quórum necesario para debatir, pero la oposición señaló que fue después de cumplida la hora límite y contabilizando legisladores que aún no forman parte del Congreso pese a haber sido elegidos en los comicios de octubre.
Tras media hora de fuertes discusiones la sesión fue suspendida.
“No vamos a bajar los brazos (...) La verdad que es indignante que pasen los años y siempre estén afectando a los que menos tienen”, dijo a la televisión local la diputada opositora Mirta Tundis del Frente Renovador.
Fuera del edificio, donde algunos diputados de la oposición debieron forcejear con agentes de seguridad para ingresar al Congreso, miles de manifestantes convocados por sindicatos y agrupaciones de izquierda protestaron contra la reforma, y algunos grupos arrojaron piedras y palos contra las vallas metálicas.
Si bien el enorme operativo de seguridad repelió la protesta con balas de goma y gases lacrimógenos, las escaramuzas continuaban en la zona circundante al Congreso, donde botes de basura y un auto fueron incendiados.
El jefe de Gabinete dijo que no se sabe cuándo el Congreso volverá a intentar debatir el proyecto.
El Gobierno dice que, con la nueva ley, las jubilaciones subirían el próximo año 5 puntos por encima de la inflación, que el Banco Central aspira a frenar a entre un 8 y un 12% en 2018.
“Esta fórmula garantiza la sustentabilidad del sistema y garantiza que los jubilados no van a perder contra la inflación”, dijo más temprano a periodistas el diputado oficialista Luciano Laspina.
Pero muchos señalan que la reforma previsional, que implica un ahorro de miles de millones de pesos para el Estado, implicará un alza menor que la actualmente prevista para jubilados y pensionados, en medio de una alta inflación que golpea la capacidad de compra de los asalariados.
La poderosa Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central gremial argentina, amenazó con una huelga general si la norma era aprobada.
La accidentada sesión parlamentaria también genera dudas sobre qué pasará con otras reformas que el Gobierno aspira a que se aprueben este año o en los primeros meses del 2018, como la tributaria o la laboral.
El oficialismo dice que su plan de reformas es indispensable para atraer inversiones extranjeras que impulsen a la economía. Después de asumir en 2015, tras una década de gobiernos de centroizquierda, Macri dio un fuerte giro en la política económica, pero los inversores piden más cambios que reduzcan los costos.