El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) Jyrki Katainen instó a concluir el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur y alertó que de no lograrse en 2017, “hay un riesgo de que podamos olvidarnos de él para, potencialmente, varios años”.
En una entrevista con varios medios, Katainen repasó su gira por Argentina y Brasil de la semana pasada y las reuniones de alto nivel mantenidas durante la visita, dirigidas a concluir un acuerdo de asociación entre la Unión Europea (UE) y Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) en las próximas semanas.
“Estamos muy cerca de llegar a este acuerdo comercial. Ambas partes estamos de acuerdo en que deberíamos estar preparados para lograrlo a finales de este año”, dijo el vicepresidente comunitario.
El objetivo de sellar el acuerdo a final de este año se ve acuciado por la necesidad de mandar un mensaje claro contra el proteccionismo y por el comienzo de una nueva etapa de campañas electorales en países como Brasil, que celebrará comicios generales en 2018.
“Las elecciones no son necesariamente un obstáculo para las negociaciones comerciales, pero a veces crean una discontinuidad, lo que significa que la gente correcta no está ahí para tomar una decisión”, explicó el vicepresidente.
El político finés insistió en que el momento es “oportuno” y en que, si este acuerdo no se alcanza en unas semanas o meses, “hay un riesgo de que podamos olvidarnos de él para, potencialmente, varios años”.
Pese a la sensibilidad de los plazos que ambos bloques comparten, Katainen subrayó que el contenido del acuerdo debe quedar claro antes del apretón de manos que ponga fin a casi dos décadas de negociaciones.
“Necesitamos alcanzar un acuerdo en los asuntos más relevantes, incluidos los más sensibles. Si no, no podemos esperar recibir apoyo político”, indicó Katainen.
El sector agrícola sigue siendo uno de los asuntos más críticos en la negociación entre los dos bloques, con la exportación de carne bovina brasileña entre los temas más espinosos.
El etanol, las denominaciones de origen, el azúcar y el ámbito de la contratación pública también estarán sobre la mesa en la recta final de las conversaciones, que se centrará precisamente en los asuntos más delicados de cara a sellar una alianza comercial.
El vicepresidente comunitario insistió en que “el estado actual de las relaciones comerciales (con Mercosur) es mucho peor que lo que se lograría con un potencial acuerdo” y pidió “tener en cuenta el panorama general” de lo que se podría alcanzar con este pacto.
En este sentido, y respecto la falta de acuerdo entre algunos Estados miembros sobre asuntos como la carne de vacuno y el etanol, aseguró que la Comisión comprende que estos dos productos son “sensibles”, pero señaló que el pacto comercial incluye beneficios en otros sectores que podrían suavizar el impacto en los más afectados.
Katainen instó a no centrarse en las implicaciones del acuerdo en productos concretos y resaltó que “el sector agrícola europeo se beneficiaría enormemente gracias, por ejemplo, a un amplio mercado para el vino, las denominaciones geográficas y la gastronomía de calidad, incluida la procesada”.
Además, para el vicepresidente, “este pacto no solo trata de comercio, sino que es un acuerdo para una asociación más amplia” entre la Unión Europea y el Mercosur en un contexto en el que el proteccionismo vuelve a ganar adeptos.
La UE y Mercosur concluyeron el pasado viernes su quinta ronda de conversaciones desde que se retomaron las negociaciones formales, la segunda consecutiva en Brasilia. La sexta ronda, en la que ambos bloques pondrán sobre la mesa sus líneas rojas y asuntos más delicados de cara a concluir un acuerdo a final de año, se celebrará del 29 de noviembre al 5 de diciembre en Bruselas.