S&P subió la semana pasada su calificación crediticia soberana de Argentina a “B+” desde “B”, por sus expectativas de una mejora económica para el país, y dejó en “estable” la perspectiva para la nueva nota.
La acción de calificación refleja una mayor confianza sobre ”la capacidad política del gobierno para continuar avanzando con su agenda económica, lo que da por resultado una política económica y gobernabilidad más predecibles”, afirmó la agencia crediticia.
“En este contexto, esperamos un crecimiento económico moderado pero sostenido en los próximos tres años y una menor volatilidad potencial”, agregó.
S&P afirmó que espera que la expansión económica del país se acelere a cerca de un 3% en los próximos tres años.
Sin embargo, las calificaciones de Argentina se mantienen restringidas por sus “vulnerabilidades externas derivadas de su dependencia de los fondos externos para financiar sus todavía elevados déficits fiscales”.