La Cancillería de Argentina confirmó que cinco argentinos murieron este martes y otro resultó herido a causa del ataque perpetrado por un hombre con una camioneta contra una senda para peatones y ciclistas en el suroeste de Manhattan. En el ataque murieron ocho personas y 11 sufrieron heridas, informaron el alcalde y la policía de Nueva York.
Los argentinos integraban un grupo de amigos que celebraba en Nueva York el 30 aniversario de su egreso de una escuela de la ciudad de Rosario. La Cancillería Argentina publicó los nombres de las víctimas y aseguró que Martín Ludovico se encuentra internado en un hospital de Manhattan fuera de peligro.
El cónsul argentino en Nueva York, Mateo Estreme, dijo a la cadena Todo Noticias lamentablemente cuando se produjo el ataque ellos estaban ahí y fueron los más afectados.
El gobierno de Mauricio Macri además expresó su más enérgica condena a los actos terroristas y a la violencia en todas sus manifestaciones y reitera la necesidad de profundizar la lucha contra dicho flagelo.
El último comunicado de la Cancillería se ajusta al siguiente detalle:
El Gobierno Argentino expresa sus más sinceras condolencias por el fallecimiento de los ciudadanos argentinos Hernán Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Damián Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi, ocurrido como consecuencia del dramático atentado terrorista en la tarde de hoy en Nueva York. Por su parte, Martín Ludovico Marro se encuentra internado en el Presbiterian Hospital de Manhattan recuperándose de las heridas sufridas, y encontrándose fuera de peligro según el parte médico oficial.
Los compatriotas, oriundos de la ciudad de Rosario, integraban un grupo de amigos que celebraban el 30° aniversario de egresados de la Escuela Politécnica de esa ciudad cuando ocurrió el trágico hecho.
El Consulado General sigue trabajando en permanente contacto con las autoridades policiales y el centro hospitalario que recibió al afectado, así como con los familiares en Argentina.
Acompañamos a las familias en este terrible momento de profundo dolor, que comparten todos los argentinos.