El estadounidense Richard H. Thaler, de la Universidad de Chicago, fue galardonado este lunes con el premio Nobel de Economía por sus estudios de la economía conductual, anunció la Real Academia Sueca de las Ciencias.
El galardón reconoce el trabajo de Thaler por integrar la economía y la psicología, explorando “cómo las limitaciones en el raciocinio, las preferencias sociales y la falta de autocontrol afectan a las decisiones individuales y a las tendencias en el mercado”.
El fallo asegura asimismo que el estadounidense ha sido un “pionero” en este ámbito, al contribuir de forma decisiva “a construir un puente entre los análisis psicológicos y económicos de los procesos de decisión individuales”.
La perspectiva conductual incorpora a la economía “un análisis más realista de cómo piensan y actúan las personas cuando están tomando decisiones económicas”, lo que ayuda a “diseñar medidas e instituciones que incrementan los beneficios para el conjunto de la sociedad”.
Esta aproximación a la economía difiere de la teoría tradicional, que asumía que las personas tenían buen acceso a la información y podían procesarla de forma correcta, algo que en ocasiones distaba mucho de la realidad.
La contribución de Thaler fue redefinir el análisis de las decisiones, incluyendo elementos psicológicos que “influyen de forma sistemática la toma de decisiones económicas”.
Thaler, de 72 años, nació en East Orange (EE.UU.), se graduó en 1967 en la Universidad Case Western Reserve y se doctoró en la de Rochester en 1974.
Antes de comenzar a trabajar en la Universidad de Chicago en 1995, enseñó en la de Rochester and Cornell, además de ser profesor visitante en la Universidad de British Columbia y diversas centros superiores de estudios en el país.
El de Economía es el único de los seis premios Nobel que no fue instituido por el creador de los premios, el magnate sueco Alfred Nobel, sino por el Banco Nacional de Suecia en 1968.
El premio del Banco Nacional de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, como se llama oficialmente, distinguió el año pasado las contribuciones del estadounidense Oliver Hart y el finés Bengt Holmström a la teoría de los contratos, con múltiples aplicaciones que van desde la legislación sobre quiebras hasta las constituciones nacionales.
Con este galardón se cierra este año la ronda de los premios Nobel, tras concederse la semana pasada los de Medicina, Física, Química, Literatura y el de la Paz.