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Área de Argentina dedicada a cultivos de soja bajará por segundo año consecutivo debido a exceso de agua

Sábado, 7 de octubre de 2017 - 11:54 UTC
La disminución se ubicará en 8,6% por debajo de la superficie sembrada promedio de las últimas cinco campañas, que fue de 19,8 millones de hectáreas La disminución se ubicará en 8,6% por debajo de la superficie sembrada promedio de las últimas cinco campañas, que fue de 19,8 millones de hectáreas

El área a sembrar con soja en Argentina retrocederá este año casi 6% interanual, hasta las 18,1 millones de hectáreas, de acuerdo con la primera estimación efectuada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BC).

 En su informe de precampaña sojera, cuando restan apenas tres semanas para el inicio de la ventana ideal de siembra para la soja de primera, la entidad que preside Raúl Cavallo dio cuenta que el cultivo de soja reducirá por segundo año consecutivo su área a escala nacional. De concretarse la previsión, la soja cubrirá la menor superficie en una década, apenas por encima de las 18 millones de hectáreas de la campaña 2008/09, posterior a la disputa por las retenciones móviles entre el gobierno kirchnerista y el sector agropecuario.

Además, si sucede como está previsto, se ubicará 8,6% por debajo de la superficie sembrada promedio de las últimas cinco campañas, que fue de 19,8 millones de hectáreas, señaló el trabajo del área de estimaciones agrícolas de la BC, que lidera Esteban Copati.

Las inundaciones son clave a la hora de la estimación bajista para la oleaginosa, que si bien verá reducida el área a sembrar seguirá siendo la estrella de la agricultura argentina. En ese contexto, la entidad resaltó los anegamientos en grandes áreas de Buenos Aires, el este de La Pampa; el sur de Córdoba y Santa Fe, lo que afecta “la movilidad en caminos rurales y reduciendo la superficie agrícola disponible para la siembra de cultivos”.

Desde la Bolsa, señalan que de las 6 millones de hectáreas comprometidas por los excesos hídricos, poco más de un millón de hectáreas son destinadas a la producción de cultivos extensivos. “Si bien es una cifra considerablemente menor al total del área afectada, no deja de ser significativa porque reduce la superficie agrícola nacional para el nuevo ciclo”, señaló Copati.

Y los problemas, con napas freáticas muy cerca de la superficie tras cinco campañas consecutivas húmedas, pueden intensificarse. Es que la primavera suele ser la época más húmeda del año, e incluso “puede superar las precipitaciones del mismo lapso del año pasado”, alertan los especialistas. Según los modelos de pronósticos climáticas, el período octubre-diciembre puede agravar la situación hídrica justo en el momento de mayor actividad de la oleaginosa, y el verano parece “acentuar los rasgos señalados para la primavera”.

Esos factores, agronómico y climáticos, son fundamentales a la hora de definir la intención de siembra de los productores, también lo son los de índole económica tal como la relación insumo-producto.

Así la mejora relativa en esa relación para los cereales resultaron en expansiones para las áreas destinadas a maíz y girasol, “sobre todo en el centro y norte de Argentina”, a lo que se suma “la recuperación de superficie triguera en el extremo norte de la región agrícola”. Todo eso influye en la reducción del área total para la oleaginosa.

En ese sentido, se registraron bajas de entre 7% y 9% en el margen bruto para la soja 2017/18, contra el ciclo previo, principalmente por alza en los precios del grano en los meses previos al inicio de la campaña.

No obstante, la expectativa de reducción de las retenciones de 0,5% mensual a partir de enero de 2018 (tal como se publicó en el Boletín Oficial a principios de 2017 y cuyo cronograma fue ratificado en el Presupuesto que ahora trata el Congreso), que empezó a incorporarse al precio a futuro de cosecha, así como una menor inversión por hectárea que demanda la soja “configuran variables alentadoras en la toma de decisión de producción” del poroto, señaló el reporte.

La soja mayo 18, correspondiente al inicio de la cosecha, se afianza por estos días en torno a US$ 260 la tonelada en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), cinco dólares por encima de la posición noviembre 17 (correspondiente a la cosecha vieja). Así el pase de campaña este año se da al contrario de los anteriores, cuando en general el mercado aparecía invertido entre la disponible y el futuro mayo.

Esos mejores precios para la soja futura también influyen en las decisiones de venta de la cosecha actual argentina. Hasta la semana pasada, los productores habían vendido 36,7 millones de tonelada de soja 2016/17, casi 64% de la producción total, con lo que quedan por ingresar al circuito comercial más de 18,2 millones de toneladas. En ese contexto, se estima que este año, el pase a la siguiente campaña será récord y se ubicará por encima de 10 millones de toneladas.