La encuesta “Barómetro de la política Cerc- Mori” correspondiente a septiembre confirmó una amplia ventaja de Sebastián Piñera en la intención de voto entre quienes es “probable” que concurran a las urnas el domingo 19 de noviembre para elegir al próximo presidente de Chile.
Los autores del estudio indicaron que en “un escenario donde vota el 45%” del total -número que se considera “el más plausible”-, el candidato de Chile Vamos concita el 44% del apoyo, seguido por Alejandro Guillier (30%), Beatriz Sánchez (11%) y Carolina Goic (8%).
Entre los candidatos más rezagados, Marco Enríquez.-Ominami toma la delantera, con 4 por ciento, y más atrás se ubica José Antonio Kast (2%) y Alejandro Navarro (1%).
Eduardo Artés, el abanderado del partido Unión Patriótica, tiene un cero por ciento de intención de voto.
Dentro de las conclusiones del estudio, destaca que “Sebastián Piñera mantiene una proporción estable de votos, independiente de la cantidad de votantes que participen (…) Su voto es más homogéneo, no le afecta cuanta gente vote”.
Su caso difiere de Guillier, Sánchez y Enríquez-Ominami, que “aumentan su intención de voto a medida que disminuye la cantidad total de votantes que participan”; mientras Kast y Goic “aumentan su voto a medida que aumenta el número de votantes que participa”.
“No hay mayorías, pero Piñera concita la más grande de las minorías”, explican los autores del estudio.
Cerc y Mori destacan que “esta elección presidencial se ubica en el escenario anímicamente peor de todas las elecciones pasadas desde 1990”, marcado por “una política desprestigiada, con los partidos políticos en el suelo”.
“Nada parece entusiasmar a la mayoría. No hay mayorías. Sebastián Piñera concita la más grande de las minorías y por eso ganará. Su voto es incombustible, es el mismo con muchos votantes y con pocos votantes”, advierten; incluso “sería esperable que Sebastián Piñera pudiera ganar en primera vuelta”.
Lo anterior se favorece en la medida en que “la izquierda está dividida en dos con Alejandro Guillier y Beatriz Sánchez”, quienes “tienen los viejos votantes de la Nueva Mayoría y la Concertación que han votado regularmente en el pasado”; es decir, los votantes más probables.
El “Barómetro de la Política” indica además que “el voto de segunda vuelta no se puede estimar con la probabilidad de votar de primera vuelta”, por lo que no se incluyen previsiones a este respecto: “Queda mucho por averiguar y explicar”.
“No es una predicción”
A este respecto la directora de Mori, Marta Lagos, explicó que frente a “la pregunta directa, el 61% dice que va a ir a votar”, pero “en la elección municipal votó el 35%”. Sin embargo, al ser encuestados “el 50% dice que votó”.
“¿Esa gente miente o le gustaría haber votado? No es que esté mintiendo, está expresando un deseo”, analizó, aunque luego admitió: “No sabemos cómo se comporta el elector a ciencia cierta”.
Por este motivo, “esto (la encuesta) no es una predicción en el sentido de las veces anteriores, donde uno decía: ‘Esto es lo que va a pasar’, ya que no sólo importa el resultado de la intención de voto, sino cuántas son las personas detrás de esa intención de voto: ¿Son cinco millones? ¿Son seis millones?”, dijo Marta Lago.