La Unión Europea (UE) reiteró este lunes su apoyo al Gobierno español en relación con Cataluña tras el referéndum ilegal realizado el domingo primero de octubre y pidió avanzar hacia el diálogo. En su primera referencia a la situación catalana, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, impedir más violencia.
Acabo de hablar con Mariano Rajoy. Compartiendo sus argumentos constitucionales, he apelado a encontrar formas de evitar una mayor escalada de violencia y del uso de la fuerza, dijo Tusk. Además, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, apoyó la posición de la institución comunitaria respecto al referéndum ilegal.
Ambas instituciones reconocieron que la votación del domingo en Cataluña no fue legal y que hay que llamar al orden constitucional del país. “Ese tema hay que abordarlo conforme a la ley. Si un referéndum se organizara en consonancia con la Constitución Española, ello significaría que el territorio que se saliera se encontraría fuera de la Unión Europea.
Sin embargo, no se comentó sobre las declaraciones del presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont en la que pedía la implicación de la Unión Europea en la situación.
Igualmente los líderes europeos han expresado su apoyo al gobierno español. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, apoyó la unidad constitucional de España.
El portavoz de la canciller Angela Merkel recordó que Alemania y España son estrechos aliados. Berlín sigue con mucha atención el debate actual en torno al estatus de Cataluña y naturalmente también los acontecimientos de ayer.
El presidente de Cataluña Puigdemont, pidió el lunes una mediación internacional para el conflicto catalán apadrinada por la Unión Europea, UE. En una comparecencia de prensa, Puigdemont pidió al jefe del ejecutivo español, Mariano Rajoy, que diga si está dispuesto o no a esa mediación.
El gobernante independentista señaló que la mediación internacional puede estar a cargo de distintos ámbitos especializados en la resolución de conflictos, aunque es evidente que la UE debe apadrinar el proceso. La Unión Europea tiene que dejar de mirar hacia otro lado, demandó, ante las violaciones de la carta europea de derechos fundamentales porque ya no es sólo un asunto interno, sino europeo.
Nos queremos re entender con el estado español, dijo Puigdemont, pero sobre la base de la voluntad de la gente de Cataluña, en alusión a la consulta independentista, que consideró válida, aunque estaba suspendida por ilegal por el Tribunal Constitucional y la votación transcurrió con innumerables irregularidades.