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Dos millones de musulmanes en peregrinaje a La Meca; 100.000 efectivos de seguridad

Jueves, 31 de agosto de 2017 - 22:07 UTC
El peregrinaje se cumple en momento de crisis entre Arabia Saudita y sus aliados y Catar, al cual se acusa de apoyar el “terrorismo” y ser demasiado cercano a Irán. El peregrinaje se cumple en momento de crisis entre Arabia Saudita y sus aliados y Catar, al cual se acusa de apoyar el “terrorismo” y ser demasiado cercano a Irán.
El portavoz del ministerio del Interior, el general Mansur al Turki, dijo que hay más de 100.000 efectivos de seguridad movilizados para el itinerario del “hach”. El portavoz del ministerio del Interior, el general Mansur al Turki, dijo que hay más de 100.000 efectivos de seguridad movilizados para el itinerario del “hach”.
Luego siguen siete vueltas a la Kaaba, una construcción cúbica en torno a la cual se construyó la Gran Mezquita. Luego siguen siete vueltas a la Kaaba, una construcción cúbica en torno a la cual se construyó la Gran Mezquita.

Más de dos millones de musulmanes llegados de todo el mundo empezaron este miércoles la peregrinación a La Meca, un rito con varias etapas que se desarrolla en el lugar más sagrado para el islam. Este año volverán a La Meca los peregrinos iraníes, que no viajaron en 2016 tras la ruptura de relaciones entre la república islámica y el reino saudita.

 Este año el hach, uno de los cinco pilares del islam, se produce en un momento de grave crisis entre los países del Golfo y bajo la amenaza del grupo yihadista Estado Islámico, acechado en Irak y Siria.

Las autoridades sauditas se han movilizado para evitar que se repita la tragedia de 2015, cuando una estampida dejó casi 2.300 muertos, incluyendo 464 iraníes. Después de la tragedia, Irán criticó duramente a Arabia Saudita por la organización de la peregrinación.

En enero de 2016, ambos países rompieron sus relaciones diplomáticas. La decisión la tomó Riad tras el ataque a su embajada en Teherán por manifestantes que protestaban contra la ejecución en Arabia Saudita de un dignatario religioso chiita.

El peregrinaje se produce en un momento de crisis entre Arabia Saudita y sus aliados y Catar, a quien el reino acusa de apoyar el “terrorismo” y de ser demasiado cercano a Irán. Desde el 5 de junio pasado, Catar vive aislado y bajo un duro embargo.

El bloqueo complica el peregrinaje de los cataríes, pero la semana pasada los saudíes anunciaron que la frontera quedaría abierta para los fieles que quieran ir a La Meca y que aviones sauditas iban a ser enviados a Doha para transportarlos.

Por otra parte, el EI ha perdido en los últimos meses grandes extensiones de territorio en Irak y en Siria, pero sigue reivindicado ataques en Medio Oriente y Europa. Las autoridades sauditas afirman que están preparadas para esta amenaza.

El portavoz del ministerio del Interior, el general Mansur al Turki, dijo que hay más de 100.000 efectivos de seguridad movilizados para el itinerario del “hach”.

Para los fieles, el hach empieza proclamando su intención de efectuar este rito espiritual. Cuando llegan al perímetro fijado en torno a la Meca, deben purificarse y llevar solamente pedazos de ropa sin coser.

Después proceden a dar siete vueltas a la Kaaba, una construcción cúbica en torno a la cual se construyó la Gran Mezquita. A cada vuelta, hay que besar una piedra negra incrustada en una de las esquinas de la Kaaba.

El siguiente paso en el tránsito entre Safa y Marwa -dos lugares cercanos a la Gran Mezquita- siguiendo los pasos de Hajar, la esposa del profeta Abraham, que según la tradición musulmana corrió entre los dos lugares para buscar agua para su hijo, el profeta Ismail, hasta que la fuente de Zamzam surgió a sus pies.

Tras esto, los fieles se desplazan al valle de Mina, donde debe pernoctar, antes del momento culminante de la peregrinación: una jornada de oraciones e invocaciones en el Monte Arafat.

Al caer la noche, los peregrinos se dirigen a Muzdalifa para prepararse para el Aid al Adha, la fiesta del sacrificio, que consiste en inmolar un cordero en recuerdo de Abraham, que según la tradición musulmana estuvo a punto de inmolar a su hijo Ismael ante el arcángel Gabriel, quien en el último momento le propuso sacrificar a un animal en su lugar.

Este año, las autoridades colocaron ventiladores humidificadores en la explanada de la Gran Mezquita para hacer frente al calor que este miércoles se pronostica entre los 30 y los 39 grados.

Categorías: Política, Internacional.