Desde la Comisión Nacional para la Visita del Papa Francisco acusaron que existe una “grave crispación” en Chile previo a la llegada del Sumo Pontífice -bajo el lema “Mi Paz les doy”-, el próximo 15 de enero, por lo que aseguraron que su arribo servirá para “renovar” la esperanza.
A través de una carta abierta en El Mercurio, la comisión explicó que su preocupación se sustenta en el evidente deterioro de las confianzas, tanto a instituciones políticas y públicas como a la empresa privada, organizaciones sociales y religiosas, incluida la Iglesia Católica. Necesitamos contar con un clima que nos permita volver a construir puentes de cercanía y credibilidad.
La visita apostólica, continuó la misiva, va a ser una oportunidad para que como país tomemos conciencia de cuáles son nuestras periferias y quiénes son aquellas personas que parecieran resultar incómodas para la sociedad.
La visita del Papa, quién estará presente en tres ciudades del país -Santiago, Temuco e Iquique-, es un momento único para que como país volvamos la mirada hacia Jesús, como nos pidió Juan Pablo II hace 30 años, y hagamos el mayor esfuerzo para ponernos de acuerdo en cuáles son los prioritarios, y trabajar unidos para, también juntos, solucionarlos, añadió el escrito.
Además, la Comisión hizo un llamado a la paz en el país y afirmó que ésta permite que la diversidad de Chile sea la fuente de su riqueza. Por eso debemos trabajar para encontrarnos en esa diversidad, reconocernos distintos y fraternalmente construir la necesaria amistad cívica. La paz social y la paz espiritual caminan juntas.
Finalmente la Iglesia invitó a la ciudadanía a recibir al Papa ”de la misma forma en la que recibe a un invitado (...) Como país tenemos un tiempo precioso para preparar nuestra casa y nuestros corazones para recibir la palabra, y empezar desde ya a favorecer un clima de paz y entendimiento”.