El ex presidente de la Petrobras y del Banco do Brasil Aldemir Bendine fue arrestado este jueves en una nueva fase de la operación que investiga el gigantesco escándalo por los desvíos en la petrolera estatal brasileña, informaron fuentes oficiales.
Bendine, que presidió las dos mayores estatales de Brasil durante el Gobierno de Dilma Rousseff (2011-2016), es acusado de haber recibido un soborno de 3 millones de reales (unos 937.500 dólares) a cambio de favorecer a la constructora Odebrecht en los negocios de Petrobras.
El ex funcionario fue detenido por agentes de la Policía Federal en Sorocaba, municipio en el interior del estado de Sao Paulo, en desarrollo de una operación en que los investigadores cumplieron tres mandatos de arresto y once de registro en los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro, Brasilia y Pernambuco.
En la operación también fueron arrestados el publicista André Gustavo Vieira da Silva, que es representante de Bendine, y Antônio Carlos Vieira da Silva Júnior, igualmente vinculado al ex presidente de Petrobras. Ambos fueron acusados de haber recibido como intermediarios los sobornos destinados al entonces presidente de Petrobras.
Bendine fue detenido gracias a la confesión que el ex presidente de Odebrecht Marcelo Odebrecht presentó ante la Fiscalía en un acuerdo para colaborar con la Justicia a cambio de la reducción de sus condenas.
Odebrecht, que ya purga una condena por corrupción, relató en su confesión que, a petición de Bendini, entregó a intermediarios los 3 millones de reales a cambio de que Petrobras favoreciera a su constructora en los negocios.
Según un comunicado de la Fiscalía, “hay pruebas de que, en vísperas de asumir la presidencia de Petrobras, el 6 de febrero de 2015, Aldemir Bendine y uno de sus operadores financieros le exigieron un soborno a Marcelo Odebrecht. La petición fue hecha para que el grupo empresarial Odebrecht no fuese perjudicado en Petrobras, incluso en relación a las investigaciones de corruptelas en la estatal”.
La investigación por los desvíos en Petrobras fue iniciada hace tres años y ya ha mandado a la cárcel a los ejecutivos de varias de las principales constructoras brasileñas, a decenas de ex dirigentes de la petrolera y a importantes políticos que favorecían las corruptelas.
Según la Fiscalía, las constructoras interesadas en adjudicarse contratos con Petrobras pagaban millonarios sobornos que eran repartidos entre los dirigentes de la estatal y los políticos que intermediaban en los negocios.
Las denuncias por las corruptelas en Petrobras y en Odebrecht llevaron a la Corte Suprema de Brasil a autorizar la apertura de investigaciones contra decenas de políticos con fuero privilegiado, entre ellos media decena de ministros, los entonces presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados y varios de los principales dirigentes partidarios del país.
Odebrecht reveló que Bendine solicitaba sobornos como presidente del Banco do Brasil y que en 2014 llegó a pedir 17 millones de reales (unos 5,3 millones de dólares) para autorizar la renegociación de una deuda de la constructora con el banco público, petición que no fue atendida.