Miles de personas marcharon el miércoles hoy en la emblemática Avenida Paulista en San Pablo, tanto para repudiar como para celebrar la sentencia del juez Sergio Moro, quien condenó a nueve años y medio de prisión al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva por corrupción y lavado de dinero, lo que podría ser el primer paso para inhabilitarlo como candidato presidencial el año próximo.
Frente al Museo de Arte de San Pablo, movimientos de izquierda y sindicatos vinculados al Partido de los Trabajadores (PT) de Lula protestaron contra lo que ellos calificaron como un ataque a la democracia. Alrededor de 4.000 personas se instalaron durante tres horas, según los organizadores.
Manifestaciones similares se registraron a favor del ex presidente en las ciudades de Brasilia y Porto Alegre, y en el interior del estado de San Pablo, en la localidad de San Bernardo do Campo, donde Lula vivió durante décadas.
En cambio, a pocas cuadras del Museo de Arte de San Pablo, en frente a la sede del edificio de la Federación de Industrias de ese estado, otro grupo de manifestantes vestidos de verde y amarillo, vinculados al Movimiento Brasil Libre (MBL) y otros grupos que el año pasado inundaron las calles para apoyar la destitución de la ex presidente Dilma Rousseff, celebró la decisión Moro.
Otras manifestación en favor de la condena de Lula se registró en Curitiba, la ciudad del sur del país desde donde Moro dirige la masiva investigación de corrupción conocida como Lava Jato. En San Bernardo do Campo, estado de San Pablo, un grupo vinculado a la Central de Trabajadores (CUT) realizaron una vigilia en apoyo de Lula.