La inflación en China aumentó un 1,5% interanual en junio, aunque los precios bajaron dos décimas con respecto a mayo, un descenso impulsado por la caída en los precios de los alimentos.
La cifra interanual del 1,5% es la misma que la subida experimentada en mayo, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), que señalan que los precios de los alimentos bajaron el 1% en junio.
Los precios de la fruta bajaron un 4,2% intermensual, mientras que los del cerdo y las hortalizas cayeron el 3,4 % y el 1,1 %, respectivamente.
Los precios de los alimentos disminuyeron un 1,2% en junio, mientras que los no alimentarios subieron un 2,2%.
Si se excluyen productos con precios altamente volátiles como los alimentos o la energía, el IPC básico registró un aumento del 2,2% interanual en junio, frente al 2,1% de mayo.
Para todo 2017, el Ejecutivo se ha fijado que la inflación ronde un alza del 3%, aunque en 2016, con una meta similar, la subida anual del IPC se situó en sólo el 2%. De media, informó hoy la ONE, el IPC aumentó el 1,4% en la primera mitad del año.
El IPC podría subir levemente en julio, pero en general la inflación se mantendrá estable, aseguró en declaraciones a la agencia estatal Xinhua el economista jefe de Haitong Securities, Jiang Chao.
Por su parte, el banco de inversión de Beijing CICC pronosticó que la inflación seguirá siendo domesticada en el corto plazo ya que los precios de los alimentos, especialmente el de los huevos, se mantendrán estables.
Los datos de precios estables refuerzan las opiniones sobre la estabilización en la segunda economía más grande del mundo, apunta Xinhua.
Sin embargo, el analista de Capital Economics, Julian Evans-Pritchard, apunta que es poco probable que las tasas de inflación actuales se mantengan debido a la recuperación de la actividad económica en los próximos trimestres.
Así, con la desaceleración del crecimiento crediticio que probablemente afectará a la actividad económica en los próximos trimestres, la inflación volverá a caer en poco tiempo, agregó.
Y es que los expertos señalan que la deuda corporativa es una de las principales amenazas a la estabilidad económica del país asiático.
Según los últimos datos conocidos del primer trimestre del año, el PIB de China creció un 6,9%, frente al 6,8% del último trimestre de 2016 y el objetivo oficial está en 6,5% anual.
La política monetaria de China en 2017 se mantendrá prudente y neutral para mantener niveles de liquidez apropiados y evitar grandes inyecciones, apunta Xinhua.