La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, tildada de “traidora” por el gobierno, desafió abiertamente al presidente Nicolás Maduro al llamar a los venezolanos a oponerse a la Asamblea Nacional Constituyente.
”Pido a todos los habitantes de este país que rechacen la Constituyente”, dijo la funcionaria a la prensa, en las puertas del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), donde presentó un recurso de nulidad contra esa iniciativa de Maduro.
Ortega interpuso la acción legal por considerar que la convocatoria a la Constituyente violenta la “progresividad” de los derechos humanos, el derecho al sufragio y la participación política, la democracia participativa y protagónica, y la soberanía constitucional.
“Una Constituyente a espaldas del pueblo no puede ser una Constituyente (...) Lo que está en juego es el país”, indicó la fiscal, confesa chavista.
La oposición, que controla el Parlamento, descartó participar en la Constituyente al considerarla un “fraude” con el que -asegura- el chavismo pretende hacer una Carta Magna “a la cubana” para perpetuarse en el poder.
“Aplaudo que la fiscal esté actuando constitucionalmente” dijo el líder opositor Henrique Capriles, durante una marcha opositora. Mientras que el vicepresidente legislativo, Freddy Guevara, llamó “a toda Venezuela a sumarse al recurso”.
Tras la convocatoria a la Constituyente, la oposición escaló las protestas para exigir la salida de Maduro del poder, que en 70 días ha dejado más de 76 muertos y más de un millar de heridos.
Apoyando las denuncias de la oposición, la fiscal, que ya ha criticado la actuación de las fuerzas de seguridad en manifestaciones, subió el tono al cuestionar si por la Constituyente “tenemos que justificar esta feroz represión”.
La acción judicial de Ortega profundiza la fractura en el chavismo, visiblemente abierta pues otras figuras se suman a su posición. Sin nombrarla, Maduro alertó en un acto público de una “conspiración de traidores y traidoras. Llamo a la unión cívico-militar para derrotar en la calle el complot y el golpe de Estado que se pueda pretender”.
Funcionarios de gobierno la han llamado desde “arrastrada”, “fascista”, “desleal” y “corrupta” hasta “enferma mental”.
“Los llamados a Constituyente (...) han sido violentos: ’Los vamos a aniquilar con la Constituyente’, he oído (...). Quienes no aceptan la Constituyente son traidores; quienes no aceptan la Constituyente, son fascistas. No podemos vivir en un país así”, lamentó Ortega.
El poderoso dirigente chavista Diosdado Cabello ha dicho que cambiar la Fiscalía está entre las primeras tareas de la Constituyente, poder “supremo”, por encima de todas las leyes e instituciones. Entre acusaciones de supuesto “uso indebido” contra la fiscal, el Ministerio Público devolvió una avioneta que utilizaba desde 2014, que había sido decomisada al crimen organizado y asignada a la Fiscalía.
“El avión ha sido utilizado por personas extrañas a la Fiscalía (...), un hecho punible”, declaró el abogado Abraham Mussa, al referirse al esposo de Ortega, el diputado chavista Germán Ferrer, quien también rechaza la Constituyente.
La funcionaria, que ha abierto una brecha en el oficialismo, aseguró que la Constituyente de Maduro “destruye” el legado de Chávez y rechazó el sistema para elegir a los asambleístas, por estimar que reduce el voto a la “mínima expresión”.