El presidente Michel Temer envió el martes una solicitud formal para que Brasil se una a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), dijo el palacio presidencial en un comunicado, a pesar de un escándalo de corrupción que amenaza con costarle el cargo.
En abril se adelantó que Temer evaluaba si Brasil se sumaría al grupo de 35 miembros con sede en París, su más reciente esfuerzo para fortalecer sus lazos con países occidentales industrializados después que gobiernos previos priorizaron las relaciones con sus pares en desarrollo.
Temer espera que la membresía en la OCDE ayude a atraer inversión extranjera a una economía que aún lucha por salir de su peor recesión, dijeron fuentes del gobierno.
Brasil también anunció un fondo de inversión por 20.000 millones de dólares para proyectos de infraestructura con el Gobierno de China. El fondo será administrado en conjunto por ambos países y comenzará a operar en junio.
Temer intenta convencer a los inversores de que seguirá adelante con las reformas amistosas al mercado, a pesar de la presión para que renuncie en medio de un escándalo sobre sobornos que también involucra a los propietarios de la mayor empacadora de carne del mundo, JBS SA.
Aunque su coalición en el Congreso no ha abandonado a su gobierno de centroderecha, la agenda de reformas de Temer, que incluye cambios a las leyes laborales y el sistema previsional, ha perdido impulso desde que se conoció el escándalo el 17 de mayo.
La decisión final sobre la membresía, que podría tardar años, depende de una revisión de los requisitos de entrada que podría significar cambios legislativos para cumplir con las normas tributarias y de transparencia de la OCDE. Uno de los funcionarios dijo que el Gobierno espera sumarse al grupo en unos tres años.