La economía brasileña crecerá este año 0,47% tras dos años en recesión, según un sondeo entre economistas difundido por el Banco Central de ese país, que volvió a mejorar la previsión de inflación hasta 4,01%.
El mercado mejoró levemente su proyección para el Producto Bruto Interno (PBI) de Brasil respecto de la semana pasada, cuando pronosticó una expansión de 0,46%, según los datos del Boletín Focus publicado cada lunes por el Banco Central.
El dato de crecimiento es ligeramente inferior al del Gobierno brasileño que espera para 2017 una suba del PBI de 0,5%, para poner fin a la caída acumulada de más de 7% que sufrió la economía del país en los dos últimos años.
En 2015 la economía se contrajo 3,8%, su peor resultado en 25 años, y cayó 3,6% en 2016, en una de las peores crisis de las últimas décadas que ha desembocado en una cifra récord de desempleo con 14,2 millones de personas sin trabajo, el 13,7% de la población activa, según datos oficiales de marzo.
Para 2018, la previsión de los analistas se mantuvo inalterable respecto de semanas anteriores y se ubicó en el 2,50% de crecimiento.
En cuanto a la inflación, el mercado prevé que Brasil cierre 2017 con un aumento de precios del 4,01%, dos centésimas porcentuales menos que la anterior proyección.
El índice estaría dentro de la meta anual oficial impuesta por el Banco Central para este año, que es de 4,5%, con una tolerancia de un punto y medio porcentual, que eleva el techo máximo hasta 6%.
La proyección en la tasa de inflación se reduce de esta forma por novena semana consecutiva, fruto del menor ritmo en el consumo de las familias y de la caída en las tasas de actividad de las principales industrias del país. El año pasado los precios subieron 6,29%, dentro del límite máximo de tolerancia, que era entonces de 6,5%.
Para 2018, el mercado elevó la previsión de inflación hasta 4,39 %, aún por debajo de la meta, pero superior al 4,30 % previsto en el boletín anterior.