Un pequeño pueblo de Canadá, llamado Ferryland y que no llega ni a los 500 habitantes, se ha llenado de turistas en estos días gracias a la aparición de un iceberg que sobresale casi 50 metros del mar.El bloque de hielo, del tamaño de un edificio de 18 plantas, se ha instalado cerca de la costa, al este del país. Decenas de personas y fotógrafos han acudido a la zona, colapsando los caminos para llegar, según publica el medio local CBC News.
En la clasificación de tamaños de icebergs que hace el Servicio Canadiense de Hielo, el bloque que está frente a Ferryland alcanza el nivel 4 de 5, denominado “grande”.
Significa que sobresale del mar entre 46 y 75 metros, y tiene una longitud total de 121 a 200 metros. Es decir, que la parte visible es como un edificio de 18 plantas, pero el bloque completo es varias veces mayor.
La extensión del hielo de los icebergs que permanece debajo del agua hace que sea raro que estén tan cerca de la orilla del mar, según ha explicado el meteorólogo Brandon Miller a la cadena estadounidense CNN. Este bloque no sólo se ha acercado mucho a la tierra, sino que después de llegar se rompió ligeramente y, según la prensa local, parece que se ha quedado quieto, en lugar de seguir desplazándose, como suele ocurrir.
El iceberg puede verse desde la localidad de Ferryland, situada en la isla de Newfoundland, al extremo este de Canadá. Esta zona es conocida como “el corredor de los icebergs”, ya que es común que cada año pasen por ahí gran cantidad de bloques de hielo que se desprenden del Artico y flotan hacia el sur.
El bloque de hielo que parece un edificio ha sido el primero de esta temporada de icebergs. El periodo va desde la primavera boreal hasta mediados de septiembre, cuando el agua del norte vuelve a congelarse, y normalmente, se detectan unos 200 bloques de hielo por semana en las rutas de navegación transatlántica.
En los últimos días se han contabilizado hasta 648, de acuerdo con la Patrulla Internacional del Hielo, una organización que monitorea la presencia de estos trozos de hielo en los océanos Atlántico y Ártico.
Fotógrafos profesionales, aficionados y curiosos con ganas de obtener un buen selfie se han acercado a Ferryland a inmortalizarlo, ya que terminará por desaparecer. La afluencia de turistas ha tomado por sorpresa al pueblo, que solo tiene dos restaurantes que además no suelen abrir hasta finales de mayo, según ha explicado a CBC Don Dostello, vecino del pueblo.
Desde la oficina de Turismo local creen que este gran iceberg será bueno para los negocios locales, aunque para los navegantes no es tan buena noticia por los riesgos que implica el hielo que se esconde bajo el agua.