El ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso declaró este jueves desconocer una red de corrupción en Petrobras instalada durante su mandato, como lo reveló uno de los delatores condenados, al declarar como testigo ante el juez federal Sergio Moro por una causa vinculada al ex mandatario Lula da Silva en la Operación Lava Jato.
Cardoso, presidente entre 1995 y 2002, declaró como testigo de Paulo Okamoto, titular del Instituto Lula, procesado por supuestamente haber recibido ventajas indebidas de la empresa OAS, constructora implicada en la red de corrupción de Petrobras que es la mantenedora de las toneladas de archivo presidencial.
En ese marco, Cardoso explicó cómo funciona la ley de 1991 sobre el archivo presidencial y los incentivos fiscales que posee el Instituto FHC.
El Instituto Lula firmó un acuerdo con OAS, la única empresa que se ofreció a cuidar de los regalos presidenciales en depósitos de la empresa de mudanzas Granero.
Según los fiscales, este acuerdo forma parte de la red de corrupción en Petrobras, por el cual Lula se habría beneficiado de favores de OAS, entre ellos los depósitos para los regalos presidenciales y un apartamento en Guarujá, propiedad de la empresa.
Interrogado por la defensa de Lula, Cardoso negó tener conocimiento de la corrupción en Petrobras porque un presidente no puede operativamente saber lo que está ocurriendo en el día a día de las empresas estatales y en los órganos públicos.
”Un presidente no puede saber lo que está ocurriendo en el día a día de la gente, es un procedimiento incorrecto (la corrupción) que debe ser combatido. Si hubo corrupción debe haber sanciones, dijo el sociólogo, aliado del presidente Michel Temer que se reunió con Lula, su histórico rival, la semana pasada, para darle el pésame por la muerte de su esposa, Marisa Leticia Rocco.
Cardoso respondió así al ser preguntado sobre la delación premiada del ex director de Petrobas Nestor Cerveró, quien dijo que el cartel de empresas para sobrefacturar precios se había iniciado en los años noventa, durante su gobierno.
El ex presidente también explicó el sistema de coalición que rige en Brasil, motivo por el cual la fiscalía acusa a Lula de montar una asociación ilícita a través del reparto de cargos, según el video de su declaración ante Moro, por teleconferencia.
En un comunicado, la defensa de Lula afirma: Cae por tierra la tesis de la fiscalía de que la ampliación de la base parlamentaria en el gobierno Lula formaría parte de un proyecto criminal de poder. Ningún presidente, dijo Cardoso ante Moro, puede gobernar si no hace alianzas y logra mayoría para aprobar sus proyectos”.
Lula denunció a Moro ante la comisión de derechos humanos de la ONU por persecución, luego de allanar su casa y llevarlo a declarar por la fuerza como testigo el 4 de marzo de 2016, lo cual generó una gran revuelta popular, sobre todo porque el ex presidente nunca había sido notificado.