El presidente de EE.UU., Barack Obama, quiso rematar su legado hacia Cuba ocho días antes de abandonar el poder al poner fin a la política migratoria de “pies secos/pies mojados”, que permitía quedarse en el país a los cubanos indocumentados.
Poco antes de ceder el poder a Donald Trump, que se ha alineado con el sector más conservador de EE.UU. en lo relativo a Cuba, Obama concedió a La Habana uno de sus principales reclamos: el de acabar con una política que daba a los emigrantes de la isla unas ventajas mucho mayores que a los de cualquier otro país.
“Al dar este paso, estamos tratando a los inmigrantes cubanos de la misma manera que tratamos a los inmigrantes de otros países”, aseguró Obama en un comunicado.
“Con efecto inmediato, los cubanos que intenten entrar ilegalmente en Estados Unidos y no cualifiquen para recibir un alivio humanitario estarán sujetos a deportación, de acuerdo con la ley estadounidense”, precisó Obama.
La política eliminada este jueves fue adoptada en 1995 y consistía en que los isleños que se interceptaban en el mar (pies mojados) eran devueltos a Cuba, mientras que los que lograban tocar tierra (pies secos) eran admitidos en Estados Unidos y se les permitía obtener la residencia permanente un año después desde su llegada.
“Esta política se implementó hace más de veinte años y fue diseñada para una era diferente”, aseguró Obama.
El carácter inmediato de la medida implica que los inmigrantes cubanos indocumentados que lleguen a partir de ahora a territorio estadounidense podrán presentar ante las autoridades migratorias sus reclamos de asilo si los tienen, pero serán tratados como los de otros países y podrán ser deportados sin mucho retraso.
A los indocumentados cubanos podrán incluso aplicárseles en algunos casos los procedimientos de “deportación expedita”, que permiten la expulsión del país sin que haya una audiencia frente a un juez de inmigración.
Obama también puso fin a un programa de alivio migratorio que permitía solicitar asilo a profesionales médicos cubanos que abandonaran sus misiones internacionales o que cursaran estudios en el exterior, iniciado en 2006 y conocido como “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos” (CMPPP).
“A partir de ahora, el personal médico cubano podrá solicitar asilo en las embajadas y consulados de Estados Unidos alrededor del mundo de acuerdo con los procedimientos que se aplican a todos los extranjeros”, apuntó el presidente.
Los cambios forman parte de un acuerdo bilateral firmado hoy en La Habana y por el que ambos países “declaran su intención de promover cambios en sus respectivas leyes migratorias”.