El Gobierno británico redujo su participación en el grupo bancario Lloyds hasta 5,95%, lo que significa que ya no es el principal accionista de la entidad que rescató durante la crisis crediticia de 2008.
El organismo Inversiones Financieras del Reino Unido, que se ocupa de gestionar las inversiones estatales, ha recortado en un punto porcentual los títulos en posesión del Estado, informó el ministro de Economía, Philip Hammond.
Esta es la última transacción realizada para devolver al sector privado la participación pública en esta institución, un proceso gradual que empezó en 2013.
Con esta última venta de acciones, el Estado ha recuperado ya unos 18.000 millones de libras de las 20.300 millones que invirtió para evitar la quiebra del banco, y que le dieron una participación inicial del 43,4 %.
Hammond subrayó que el retorno de la entidad a manos privadas es una prioridad y dijo que el dinero recuperado en esta ocasión se destinará a reducir la deuda neta nacional, que ascendía a finales de 2015 a 1,65 billones de libras.