El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, reemplazará a Manuel Valls como primer ministro de Francia, tras la renuncia de este último para dar lo mejor a la campaña presidencial del Partido Socialista para 2017. Valls anunció el lunes que se postularía, luego de conocida la decisión del impopular presidente actual, François Hollande, de no buscar un segundo mandato.
Cazeneuve, de 53 años, es un aliado cercano de Hollande y defendió la lucha del Estado francés contra el extremismo islámico en su papel de ministro del Interior durante los últimos dos años. Es una personalidad fuerte, con experiencia en asuntos estatales, dijo una fuente en la comitiva del presidente.
El presidente de la República nombró a Bernard Cazeneuve como primer ministro y le pidió que formara el nuevo gobierno, dijo la presidencia. Su reemplazo como ministro del Interior sería Bruno Le Roux, quien dirigió el grupo del Partido Socialista en la cámara baja del parlamento francés, añadió la oficina.
Valls se enfrenta a la tarea de unir a los socialistas para darles una oportunidad de permanecer en el Palacio del Elíseo, a pesar de las actuales encuestas de opinión que sugieren que la segunda ronda de las elecciones presidenciales del próximo año enfrentarán a Marine Le Pen, líder del Frente Nacional de extrema derecha, contra el conservador Francois Fillon. Una encuesta publicada el martes mostró que Fillon superaría a Le Pen en la segunda ronda con el 65 por ciento de los votos.
La encuesta Ifop-Fiducial para iTele, Paris Match y Sud Radio también dijo que ningún candidato del Partido Socialista superaría el quinto lugar. En un discurso combativo el lunes, Valls, de 54 años, prometió llevar la pelea a la oposición conservadora y al Frente Nacional de extrema derecha, que superan a los socialistas en las encuestas electorales. Antes de las elecciones nacionales, Valls se enfrentará a otros contendientes en la primaria socialista en enero. Quiero dar todo por Francia, dijo en un discurso el lunes por la noche en el suburbio parisino de Evry.
Los analistas predicen que el partido de extrema derecha podría ganar hasta tres regiones en la votación provincial a finales de este mes, a menos que los socialistas de Hollande y la coalición de centro derecha bajo el ex presidente Nicolas Sarkozy se unan para impedirlo.