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Fillon, admirador de Thatcher, gana elecciones primarias presidenciales de la derecha en Francia

Tan conocida es la admiración de François Fillon por Margaret Thatcher, que fue caricaturizaado así en un fotomontaje de una revista francesa

El ex primer ministro François Fillon superó el domingo a un Alain Juppé más moderado y se adjudicó las primeras elecciones primarias del conservadurismo representado por Les Républicains, sobre la base de promesas de drásticas reformas de libre mercado y medidas contra la inmigración y el extremismo islámico.

 Con el 96 por ciento de las mesas de votación escrutadas, los organizadores anunciaron el domingo por la tarde que Fillon tenía una ventaja decisiva del 66,5 por ciento de los votos contra el 33,5 por ciento de Juppé. Más de 4 millones de los 44 millones de votantes de Francia concurrió a las urnas, lo que se consideró una buena participación dado que era el primer experimento de los conservadores con una primaria.

“Los votantes han entendido mi estrategia: Francia no puede soportar su declive, quiere verdad y quiere acción”, dijo un vencedor Fillon a sus seguidores en el centro de París. “Acepto este desafío para Francia: decir la verdad y cambiar completamente el software”.

Tanto Fillon como Juppé, que hicieron campaña sobre plataformas económicas similares, son líderes destacados del partido republicano que derrotó a Sarkozy, su ex jefe, en la primera ronda electoral de la primaria hace una semana. Fuera de carrera, Sarkozy respaldó a Fillon.

El mayor desafío de Fillon es la líder de extrema derecha, Marine Le Pen, del Partido del Frente Nacional, cuya campaña contra el establishment apunta especialmente a los inmigrantes, a la minoría musulmana de Francia y a la Unión Europea.

Se espera que el presidente socialista François Hollande anuncie en las próximas semanas si buscará la reelección, pero la izquierda francesa se ha visto profundamente debilitada por su extrema impopularidad. Un comodín es Emmanuel Macron, ex ministro de Economía de Hollande, quien lidera una campaña centrista.

Las encuestas sugieren que el sobrio y autoritario Fillon, de 62 años, tendría una fuerte oportunidad de ganar la presidencia francesa en las elecciones de abril a mayo, en medio de la frustración generalizada con el actual gobierno socialista. La popularidad de Fillon, primer ministro de 2007-2012 bajo el ex presidente Nicolas Sarkozy, viene en constante aumento en las últimas semanas, ante el crecimiento del sentimiento nacionalista en toda Europa frente a la postura más centrista de Juppé.

Francia necesita “un completo cambio de software”, dijo Fillon, al tiempo que prometió defender los “valores franceses”, recortar el gasto público, limitar la inmigración, apoyar los valores familiares tradicionales y acercarse al presidente ruso Vladimir Putin. Fillon ha dicho que quiere retirar las sanciones contra Rusia por sus acciones en Ucrania y asociarse con Putin en la lucha contra los extremistas del Estado islámico. “Rusia no representa ninguna amenaza” para Occidente, explicó Fillon, conocido por su identificación ideológica con la ex primer minsitro británica Margaret Thatcher.

Si es elegido el próximo año, se compromete a celebrar un referéndum sobre un sistema de cuotas para que los inmigrantes reduzcan la inmigración legal “al mínimo” y presionen por controles más estrictos en las fronteras de Europa. En un país todavía agitado por una serie de mortales ataques del grupo estatal islámico, Fillon quiere prohibir a los yihadistas franceses regresar a su país. Recientemente publicó un libro titulado “Conquistar el totalitarismo islámico”.

Juppé, de 71 años, felicitó a Fillon por su “gran victoria”. Durante la campaña primaria, expresó ideas similares a las de su rival sobre la economía francesa, pero trató de reunir a los conservadores en torno a una actitud más tolerante hacia la diversidad étnica, religiosa y social de Francia.

Católico practicante, casado hace 36 años con una esposa británica de origen galés, tiene cinco hijos. Con respecto ala familia, promete debilitar los derechos de adopción de las parejas del mismo sexo, aunque no planea modificar una ley de 2013 sobre matrimonio igualitario.

Sus propuestas más dramáticas se refieren a la economía estancada de Francia, acosada por un desempleo crónico de 10 por ciento. Quiere reducir los impuestos a las empresas, recortar el gasto público en 110.000 millones de euros (116.000 millones de dólares) y reducir el número de empleados públicos. También elevaría la edad de jubilación de 62 a 65 años, extendería la semana laboral más allá de 35 horas y aliviaría las estrictas normas laborales de Francia para impulsar la generación de empleo.

Juppé rápidamente reconoció la derrota. “Terminé esta campaña como la comencé; un hombre libre que nunca ha comprometido quién es y lo que cree”, dijo Juppé, al tiempo que expresó su total apoyo a Fillon para la contienda electoral nacional, programado para el 23 de abril y el 7 de mayo de 2017. Juppé dijo que regresaría a Burdeos para cumplir su actual mandato como Alcalde, lo que fue interpretado como un retiro de la política a nivel nacional.