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Brasil abre el sector petrolero a los privados sin necesidad de asociarse a Petrobras

Sábado, 12 de noviembre de 2016 - 22:31 UTC
La reforma permite mayor participación de la empresa privada en proyectos de exploración y explotación de hidrocarburos, sin obligación de asociarse a Petrobras La reforma permite mayor participación de la empresa privada en proyectos de exploración y explotación de hidrocarburos, sin obligación de asociarse a Petrobras
Los impulsores apuntan a una mayor apertura al sector privado en el “presal”, que atesora enormes cantidades de petróleo y gas profundas en el litoral atlántico Los impulsores apuntan a una mayor apertura al sector privado en el “presal”, que atesora enormes cantidades de petróleo y gas profundas en el litoral atlántico
Hasta ahora, la ley determinaba que Petrobras debía tener en cada uno de esos proyectos una participación mínima equivalente al 30% del capital. Hasta ahora, la ley determinaba que Petrobras debía tener en cada uno de esos proyectos una participación mínima equivalente al 30% del capital.

La Cámara de Diputados de Brasil aprobó una reforma de ley que acaba con la obligación de que la estatal Petrobras participe en todo proyecto de explotación de petróleo que se desarrolle en el país. La reforma fue aprobada la madrugada del jueves por 292 votos a favor y 101 en contra y será remitida para sanción al Presidente Michel Temer, uno de los principales defensores del proyecto.

 En la práctica, se espera que esta reforma permita una mayor participación de la empresa privada en los proyectos de exploración y explotación de hidrocarburos en el país, que ya no tendrán la obligación de asociarse a Petrobras para operar en el país.

En especial, los impulsores de esta medida apuntan a una mayor apertura al sector privado en la zona conocida como “presal”, que atesora enormes cantidades de petróleo y gas en unos yacimientos situados en aguas profundas del litoral atlántico brasileño.

Hasta ahora, la ley determinaba que Petrobras debía tener en cada uno de esos proyectos una participación mínima equivalente al 30% del capital.

La propia petrolera estatal apoyó la reforma, sobre todo por los problemas financieros que le causaron la caída del precio del crudo en los mercados internacionales y su propia crisis de corrupción, que redujeron a mínimos su capacidad de inversión.

La empresa está en el centro de la mayor investigación sobre corrupción que se haya realizado en Brasil, que salpica a decenas de políticos y empresarios que amañaban contratos con la petrolera, inflaban sus precios y luego se repartían las diferencias.

Según admitió la propia Petrobras en balances publicados el año pasado, esas prácticas corruptas le causaron a la empresas unos perjuicios financieros calculados en unos US$2.000 millones entre 2004 y 2014