El gobierno del estado de Río de Janeiro, el segundo más rico de Brasil, anunció este fin de semana un plan de ajuste que incluye el descuento de jubilaciones y salarios de funcionarios públicos de hasta el 30%, el fin del plan social para la supervivencia alimentaria, el aumento del boleto de colectivo y la reducción de secretarías de la administración pública.
El plan fue anunciado por el gobernador Luis Fernando Pezao, en busca de hacerle frente al estado de calamidad pública en la que se encuentra Río de Janeiro, que en julio se declaró en una suerte de quiebra y ahora busca ahorrar unos 8.500 millones de dólares, aunque el ajuste aun debe ser aprobado por la Asamblea Legislativa a partir de la próxima semana.
Pezao, gobernador del Partido de la Democracia Brasileña (PMDB) del presidente Michel Temer, dijo en conferencia de prensa que las medidas de austeridad “son para evitar despedir empleados públicos y respetar la ley de responsabilidad fiscal”.
Río de Janeiro había entrado en estado de calamidad en julio, cuando recibió apoyo del gobierno federal para pagar los salarios atrasados a docentes y médicos en el marco de la preparación de la ciudad capital del estado para los Juegos Olímpicos 2016.
Entre las medidas está la extinción del programa Renta Mejor, de unos 10 dólares, que es entregado desde 2008 a 160.000 familias en extrema pobreza, que además reciben el Bolsa Familia, el plan social del gobierno nacional creado por el ex presidente Lula da Silva.
La segunda medida de gran impacto que ya levantó protestas es que los jubilados que cobran menos de 1.600 dólares tendrán un descuento del 30% en sus haberes durante 16 meses, es decir, antes de las elecciones para gobernador y presidente, en octubre de 2018.
El proyecto de ley también pretende sumar unos 400 millones de dólares al año al erario público con el aumento del descuento jubilatorio del 11% al 14% a los empleados públicos. Para quien gane más de 1600 dólares en el estado de Río de Janeiro, por 16 meses de otro 16%.
Las secretarías de corte social y de apoyo a las minorías y de Cultura serán extinguidas, y en total el número de carteras del estado de Río caerán de las actuales 20 a 12.
La medida fue tomada dos semanas después de las elecciones municipales en las cuales venció, en la ciudad de Río de Janeiro, el senador Marcelo Crivella, un pastor evangélico del Partido Republicano Brasileño que venció al PMDB pero se declara un aliado incondicional de Temer, que incluso votó a favor de la destitución en el juicio político de Dilma Rousseff.
Otra decisión que deberá tener impacto en el salario de los fluminenses (como se llama a los habitantes del estado de Río, incluidos los cariocas de la capital) es que se aumentará un 15% el valor del transporte público intermunicipal, el más usado, de los actuales 2 dólares a 2,3 dólares.
El ajuste propuesto por el estado de Rio de Janeiro va en línea con el plan económico del gobierno de Temer, que anunció que planifica votar antes de fin de año la reforma del sistema jubilatorio.
El gobierno de Temer está recibiendo una serie de protestas en más de 1,000 colegios secundarios en todo el país en rechazo al proyecto de enmienda constitucional -que tiene media sanción en Diputados- que congela por 20 años el techo del gasto público, una medida inédita para lo cual se pretende modificar la Constitución de 1988 aprovechando su mayoría en el Congreso.