Brasil puede caer en default en 2024 si no se aprueba la propuesta de enmienda de la Carta Magna para controlar el gasto público, alertó el presidente Michel Temer durante un seminario económico en San Pablo, según la agencia oficial Brasil. También sostuvo que no le importa tomar medidas que lo hagan impopular pues su meta es recuperar la economía del país y crear puestos de trabajo.
”La deuda podrá llegar al 100% del PIB en 2024 o antes. Sería la quiebra del Estado brasileño”, afirmó el mandatario conservador quien reemplazó el 31 de agosto a la presidenta destituida Dilma Rousseff, aunque se mostró convencido que la reforma será finalmente aprobada por el Congreso.
“El Congreso hoy es muy consciente de que precisa colaborar con el Ejecutivo para que podamos salir de esta crisis”, opinó y aseveró que la propuesta contribuirá a relanzar un crecimiento económico duradero en el país y, con eso, se evitará el alza de impuestos.
“La falta de rigor en las cuentas públicas no se hace impunemente: entre las víctimas figuran el empleo, el crecimiento y el bolsillo del trabajador”, bramó Temer en su discurso. “No queremos aumentar la carga tributaria porque, convengamos, llegó al límite”, afirmó.
La propuesta de enmienda de la Constitución, ya fue enviada al Congreso. El proyecto fija un techo en el gasto público durante veinte años, que no podrá aumentar más que la inflación anual, incluso para los sectores de la salud y la educación.
A esas medidas, le seguirían la reforma de las jubilaciones y la de leyes laborales, dos temas muy sensibles en Brasil, con el alza prevista de la edad de jubilación (probablemente en cinco años) y el aumento del tiempo de trabajo legal.
Mientras, el PIB brasileño cayó 3,8% en 2015 y se proyecta que retroceda otro 3% en 2016, el mayor desplome la economía en un siglo. La deuda pública de Brasil pasó del 52% del PIB en 2013 a más del 70% en agosto, según cifras oficiales.