La deuda de cuatro de las mayores petroleras del mundo se ha duplicado en los últimos dos años por culpa del desplome del petróleo en los mercados internacionales, según publica The Wall Street Journal.
Las estadounidense Exxon Mobil y Chevron, la anglo-holandesa Royal Dutch Shell y la británica BP acumulan en la actualidad una deuda conjunta de US$184.000 millones, lo que supone el doble que en 2014, cuando empezaron a caer los precios del crudo.
El barril de Texas, el petróleo de referencia en Estados Unidos, ha pasado de cotizar a un máximo de US$107 a mediados de 2014 a caer hasta un mínimo de US$27 a principios de este año, y en la actualidad sigue por debajo de US$50.
El desplome del petróleo ha tenido un fuerte impacto en los resultados trimestrales de las grandes firmas energéticas del mundo, como en el caso de Chevron, que no sólo ha reducido sus beneficios sino que acumula ya dos trimestres consecutivos de pérdidas.
En los últimos meses, los ejecutivos de esos cuatro gigantes petroleros han tratado de calmar a los mercados asegurando que serán capaces de generar suficiente flujo de caja en 2017 para financiar nuevas inversiones y seguir pagando dividendos.
Pero algunos accionistas se han mostrado escépticos, como Michael Hulme, director de un fondo de inversión con posiciones en Shell y Exxon Mobil, quien aseguró al Journal que mantener los actuales dividendos de US$50 o US$60 es insostenible.
Las petroleras responden a esas dudas asegurando que cuentan con diferentes instrumentos para afrontar el problema de la deuda, desde la venta de activos hasta ofrecer a los accionistas más acciones en vez de dividendos en efectivo.
La pregunta que muchos se hacen es saber si podrán aguantar lo que queda de año y el siguiente si hacer algo radical como recortar los dividendos, afirmó al mismo diario el analista Iain Reid, de la firma Macquarie Capital.
En el caso de Exxon Mobil, su consejero delegado, Rex Tillerson, aseguró recientemente que mantienen su compromiso de seguir pagando dividendos, y recordó que llevan más de tres décadas incrementando los pagos en efectivo a sus accionistas.