El índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos se mantuvo sin cambios en julio, tras haber avanzado un 0,2% el mes anterior, con lo que la inflación interanual quedó en el 0,8%, informó el Departamento de Trabajo.
El dato de julio fue así el más débil desde febrero pasado y siguió a dos meses consecutivos de incrementos del 0,2 % del IPC.
La inflación interanual se ubicó en el 0,8%, una décima por debajo de las expectativas y dos menos que el dato previo (1%), de acuerdo con la información del Gobierno.
El mes pasado, los precios de la gasolina cayeron un 4,7%, reflejo de un nuevo descenso del valor del crudo, y el de los alimentos no registraron cambios con respecto a junio.
Sin tener en cuenta los precios de los alimentos y la energía, que son los más volátiles, el IPC subyacente apenas creció en julio un 0,1%, su menor aumento desde marzo, y el incremento interanual quedó en el 2,2 % frente al 2,3 % previo.
La Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, asumió explícitamente la meta de inflación anual del 2% en 2012, objetivo que comparte con otros bancos centrales como el europeo (BCE) o el Banco de Inglaterra.