El Ministro Principal de Gibraltar Fabián Picardo consideró como positivo el nuevo enfoque del gobierno argentino del presidente Mauricio Macri respecto al Reino Unido y las Falklands/Malvinas, siempre y cuando los habitantes de las Islas participen en un diálogo tripartito sobre cualquier asunto relativo a sus vidas y futuro, con el propósito de mejorar la convivencia y las posibilidades de desarrollo.
En una entrevista con la agencia argentina de noticias, Télam, Picardo juzgó favorablemente la estrategia argentina que, sin renunciar al reclamo de soberanía sobre las Falklands/Malvinas, busca establecer con Gran Bretaña una agenda de colaboración que incluye el restablecimiento de vuelos directos entre el archipiélago y el territorio, así como cooperación en materia educativa y sanitaria.
Es un gesto positivo si están dispuestos a integrar el punto de vista de las personas que habitan las Malvinas; si son una parte, y para mí la más importante, en esas conversaciones que lleven adelante, para que participen en las decisiones que se lleven a cabo en relación con sus vidas, y que les competen sólo a ellos, esto es positivo, dijo.
A juicio de Picardo, se trata de una política similar al proceso tripartito que intentó llevar adelante el ex canciller español Miguel Moratinos en la década pasada con su colega británico David Miliband y el anterior ministro principal gibraltareño, Peter Caruana.
Es un proceso de carácter integrador y yo me siento, en este sentido, solidarizado con los habitantes de las islas Malvinas; esta es la única manera en que podemos acercarnos a la gente y crear riqueza, sostuvo Picardo.
Crear confianza entre los pueblos: esa política es una política del siglo XXI y es una política que, aunque estemos en desacuerdo sobre cuál puede ser el último objetivo de cada una de las partes, permite trabajar conjuntamente para crear un ambiente mejor para todas las personas, agregó.
Abogado de 44 años, Picardo es el líder del Partido Socialista Laborista de Gibraltar, gobierna el territorio británico de ultramar desde 2011 y fue reelecto en 2015 con cerca de 70% de los votos.
Consultado sobre si el Brexit podría alterar el equilibrio político en los territorios británicos de ultramar, como Gibraltar y Malvinas, se excusó de responder en este último caso porque sus líderes podrían hacerlo mejor y les compete a ellos hablar sobre esa cuestión.
Acerca de Gibraltar, en cambio, señaló que España tiene que entender que hay otra manera de hacer política y es la que representó Moratinos, quien quiso impulsar un contexto tripartito -España, Gibraltar y el Reino Unido- para trabajar conjuntamente para que la vida económica de la zona y de los 13.000 trabajadores que cada día cruzan la frontera desde España hacia Gibraltar y la de los gibraltareños que van a España sea más fácil y normal.
Asimismo, opinó que el Brexit -que fue rechazado en el referendo por 96% de los gibraltareños- abre un momento de oportunidad, de buscar socios para crear un futuro europeo y británico para Gibraltar porque permite estrechar lazos con esa parte de la familia británica que ha votado por la permanencia del Reino Unido en Europa y, a la vez, porque Europa ha recibido un mensaje claro de parte de los gibraltareños.
El gobernante electo indicó que nadie puede tener seriamente temor a que Gibraltar pueda convertirse en territorio español y advirtió que si alguien tiene esa idea se va a encontrar en un callejón sin salida.
El pueblo de Gibraltar lo tiene muy claro y se ha expresado durante los últimos 14 años en dos referendos: en 2002, cuando 98,5% dijo no a la soberanía conjunta con España, y ahora, con el 96% a favor de permanecer en la Unión Europea; queremos seguir siendo partícipes del proyecto europeo y seguir siendo británicos, remarcó.
Acerca de la postura del actual canciller español, José García Margallo, quien propuso la fórmula de la soberanía compartida con España para que Gibraltar pueda permanecer en la Unión Europea, Picardo respondió que el jefe de la diplomacia de Madrid, como todos los veranos, quiere hablar de Gibraltar para alejar la atención de los problemas que tiene su partido.
El modelo que el señor García Margallo intenta imponer es un modelo neandertal, un modelo franquista, que ya no funciona, y se tiene que despertar ya de su siesta medieval, añadió.
En cuanto a la posibilidad de que esa posición de España derive en restricciones fronterizas, como las que rigieron en 2013, Picardo admitió que afecta a todos los que viven o trabajan en Gibraltar y en las regiones españolas más cercanas, y aseguró que su gobierno no va a poner ninguna traba a los trabajadores que cruzan la frontera cada día tanto para ir a trabajar como con fines de negocios o turismo.
En Gibraltar tenemos pleno empleo y tanto los trabajadores comunitarios como los extracomunitarios, entre los que hay argentinos y otros latinoamericanos, son esenciales para nuestra economía; tenemos 23.000 personas trabajando aquí todos los días y más de la mitad, unos 13.000, vienen de España cada día, concluyó.