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Cabello rechaza todo diálogo con la oposición venezolana; Maduro militariza los puertos
”Nosotros no negociamos nada con ustedes -la oposición venezolana- (...) pero nada, absolutamente nada”, dijo Cabello durante su programa “Con el mazo dando” 
La oposición venezolana ha dicho que para dialogar con el gobierno chavista de Maduro se debe ampliar la mediación internacional con presencia del Vaticano 
El diálogo es auspiciado por Unasur, junto al ex jefe de Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y los ex presidentes Martín Torrijos y Leonel Fernández 
”Hoy tomamos cinco puertos fundamentales del país: Guanta, La Guaira, Puerto Cabello, Maracaibo y Guamache”, dijo Maduro en su programa de televisión 
El ministro de Defensa, General Vladimir Padrino y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) tienen un amplio poder político y económico El diputado venezolano Diosdado Cabello, uno de los personajes más conocidos del chavismo, afirmó el miércoles que su coalición no va a negociar “nada” con la oposición venezolana en un eventual diálogo.
”Nosotros no negociamos nada con ustedes -la oposición venezolana- (...) pero nada, absolutamente nada”, dijo Cabello durante su programa “Con el mazo dando” transmitido por el canal de televisión estatal VTV.
La oposición venezolana ha dicho que para dialogar con el gobierno del presidente de Venezuela, el chavista Nicolás Maduro, se debe ampliar la mediación internacional con presencia del Vaticano, cambiar la sede de las reuniones, poner fin a las detenciones “ilegítimas”, respetar el revocatorio y reconocer el Parlamento.
Pero Cabello aseguró que el chavismo no permitirá que le pongan “condiciones para hablar” ni para el referendo con el que la oposición pretende revocar al jefe de Estado. Maduro ha sostenido en varias oportunidades que el diálogo con sus opositores debe ser “sin condiciones” para poder abordar los problemas de Venezuela.
El diálogo en Venezuela es una iniciativa que fue convocada por el mandatario venezolano y es auspiciado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), junto al ex jefe de Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y los ex presidentes Martín Torrijos de Panamá y Leonel Fernández de República Dominicana.
El ex jefe del gobierno español se encuentra actualmente en Venezuela para promover dicha iniciativa y ha sostenido encuentros con los sectores políticos del país petrolero y uno de ellos se dio con el diputado Cabello.
Sobre este encuentro, Cabello dijo que le comentó a Rodríguez Zapatero que de la oposición sólo considera personas “serias” a dos dirigentes “jóvenes” sin precisar quiénes eran.
Por su parte el presidente Nicolás Maduro, anunció que los puertos del país quedarán al mando de una autoridad militar, en medio de un plan que intenta superar la dura crisis económica dando más poder a la Fuerzas Armadas.
”Hoy tomamos cinco puertos fundamentales del país: Guanta, La Guaira, Puerto Cabello, Maracaibo y Guamache”, dijo Maduro en su programa de televisión, tras una reunión con el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
El mandatario designó el lunes al general del Ejército como jefe del llamado plan de “abastecimiento soberano”, ante la grave escasez de alimentos y medicinas que sufre el país petrolero.
Maduro informó que como medida reorganizadora decidió nombrar una “una autoridad única para cada uno de estos cinco puertos”, y designó al general Efraín Velasco Lugo como presidente de la estatal Bolivariana de Puertos, ente que administra las instalaciones de carga marítima del país.
Maduro afirmó que con el despliegue de militares que ordenó desde este lunes en puertos, aeropuertos y empresas se encontró “caos, un desorden”, que advirtió sirven para “la corrupción”.
El lunes, el gobernante decidió que “todo el mando del abastecimiento en el país” estará en sus manos y en las del ministro de Defensa, subrayando que todos los ministros quedarán subordinados a lo que llamó un “comando presidencial” de “unión cívico-militar”.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) tiene un amplio poder político y económico, lo cual ha sido fuertemente criticado por analistas independientes, la oposición, la Iglesia católica y otros sectores.
