La cámara de Diputados del Brasil eligió el jueves de madrugada a su nuevo presidente en sustitución del polémico Eduardo Cunha, arquitecto del impeachment contra Dilma Rousseff. Rodrigo Maia, del partido derechista Democratas y aliado del presidente interino Michel Temer, fue elegido con 285 de 460 de los votos en la segunda vuelta, y pasó a ser el primero en la línea de sucesión del poder.
“Nunca en mi vida me había sentado en esta silla (...), tener la oportunidad de presidir los trabajos, vamos a intentar gobernar con simplicidad”, dijo Maia en su primer pronunciamiento después de electo. “Tenemos que pacificar este plenario, dialogar con la mayoría y la minoría”, añadió.
Maia, de 46 años, es ahora el primero en la línea de sucesión del poder, pues el vicepresidente Michel Temer ejerce el cargo de jefe de Estado mientras Rousseff es juzgada en el Senado por haber violado la Constitución al autorizar gastos sin la venia del Congreso.
Así, ante un viaje de Temer al extranjero, por ejemplo, Maia asume la primera magistratura.
El proceso de impeachment de Rousseff, que debe votarse a finales de agosto, poco después de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, es el mayor destaque de la polémica gestión de Cunha, un evangélico militante y ultraconservador de 57 años, que renunció a la jefatura de la Cámara baja la semana pasada.
Cunha ya no ejercía la jefatura de la Cámara pues su mandato como diputado fue suspendido por tiempo indefinido por la corte suprema. El parlamentario lucha además contra un proceso de destitución en la propia Cámara que presidió.
“¡Fuera Cunha!”, retumbó repetidamente en el plenario después de que se conociera el resultado.
Considerado el político más impopular del país y comparado con Frank Underwood, el maquiavélico personaje de la serie “House of Cards”, Cunha es el único político protegido por fueros que está siendo juzgado por el máximo tribunal, acusado de embolsarse al menos cinco millones de dólares en sobornos para facilitar negocios en la red que parasitó a la estatal Petrobras durante una década.
Rogério Rosso, el diputado derrotado en la disputa y representante de los aliados de Cunha en el denominado ’Centrao’ (gran centro), se unió al llamado de unidad del vencedor.
“A partir de ahora se abre una nueva historia en la Cámara y quiero ayudar a Rodrigo a construir esa historia y rescatar la imagen del Parlamento. Voy a ayudarlo, darle mi apoyo. La Cámara ahora es una. Somos parte de la misma base, vamos a apoyar al gobierno Temer”, indicó.
En un mensaje en Twitter, Temer -que terminará el mandato hasta 2018 si Rousseff es finalmente destituida- felicitó a Maia por su elección y le deseó “éxito en su gestión” .
Tras su elección, el nuevo jefe de los Diputados destacó la “pauta del gobierno que es importante para Brasil”. Aludió así al ajuste fiscal que impulsa el gobierno, que ya había tratado Rousseff pero que siempre chocó con la pared de Cunha, su enemigo jurado.
Temer ha dicho que quiere poner orden en la economía y no descartó medidas impopulares para lograrlo, como el alza de impuestos. Pero dependerá de Maia que las reformas a leyes sensibles como la de seguridad social y del trabajo que impulsa el gobierno entren en la agenda de la Cámara. En su escritorio estará igualmente un pedido de impeachment contra Temer, aún sin decisión.