MercoPress, in English

Viernes, 22 de noviembre de 2024 - 05:52 UTC

 

 

La situación de Venezuela en debate crucial de la OEA esta semana

Martes, 21 de junio de 2016 - 10:40 UTC
Caracas había pedido esta reunión de embajadores “para llevar nuevamente la verdad de Venezuela” a la OEA, según su canciller Delcy Rodríguez. Caracas había pedido esta reunión de embajadores “para llevar nuevamente la verdad de Venezuela” a la OEA, según su canciller Delcy Rodríguez.
La conversación con los ex gobernantes Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martín Torrijos fue bien recibida por Almagro y varios países La conversación con los ex gobernantes Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martín Torrijos fue bien recibida por Almagro y varios países
Almagro solicitó la sesión invocando la Carta Democrática Interamericana, un mecanismo de la OEA para atender casos de “alteración del orden constitucional” Almagro solicitó la sesión invocando la Carta Democrática Interamericana, un mecanismo de la OEA para atender casos de “alteración del orden constitucional”
Queda por ver si el presidente del Parlamento venezolano, el antichavista Henry Ramos Allup, tomará la palabra en esa reunión, reservada a los gobiernos. Queda por ver si el presidente del Parlamento venezolano, el antichavista Henry Ramos Allup, tomará la palabra en esa reunión, reservada a los gobiernos.

La situación política y económica de Venezuela entra de lleno esta semana en la Organización de Estados Americanos (OEA) con dos presentaciones, una convocada por Caracas para decir su “verdad” y otro por el secretario general Luis Almagro previsto como un examen a la democracia en ese país.

 Este martes el Consejo Permanente de OAS escuchará a los tres ex presidentes que median para concretar un diálogo entre el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro y las fuerzas opositoras que impulsan un referendo revocatorio en su contra.

Este martes el Consejo Permanente del ente regional escuchará a los tres ex presidentes que median para concretar un diálogo entre el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro y las fuerzas opositoras que impulsan un referendo revocatorio en su contra.

Caracas había pedido esta reunión de embajadores “para llevar nuevamente la verdad de Venezuela” a la OEA, según su canciller Delcy Rodríguez.

La conversación con los ex gobernantes José Luis Rodríguez Zapatero de España, Leonel Fernández de República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá fue bien recibida por Almagro y varios países como una manera de obtener información sobre el progreso de esa mediación patrocinada por Unasur.

Pero el debate programado dos días después puede tener consecuencias más directas sobre Venezuela.

Almagro solicitó la sesión del jueves 23 de junio invocando la Carta Democrática Interamericana, un mecanismo de la OEA para atender casos de “alteración del orden constitucional” que “afecte gravemente” el orden democrático en un país miembro de la OEA. Siguiendo la Carta, los 34 países de la OEA realizarán una “apreciación colectiva” sobre el estado de la democracia en Venezuela.

Las representaciones diplomáticas discutirán un demoledor informe de Almagro sobre la situación política, económica y humanitaria en el país petrolero, que de acuerdo con el secretario general “demanda cambios inmediatos en las acciones del Poder Ejecutivo”
.
Almagro, que como canciller uruguayo integró una comisión de Unasur que acompañó un infructuoso diálogo entre Maduro y la oposición en 2014, afirma que esta vez debe haber objetivos claros: referendo este año, liberación de opositores presos, reconocimiento del Parlamento opositor y la implementación de ayuda “humanitaria” .

Queda por ver si el presidente del Parlamento venezolano, el antichavista Henry Ramos Allup, tomará la palabra en esa reunión, principalmente reservada a los gobiernos. Caracas se ha declarado opuesta a una intervención del diputado.

En el cenit de lo que se prevé como una sesión maratónica, el Consejo deberá votar si implementa la Carta Democrática Interamericana sobre Venezuela. La primera etapa del mecanismo contempla oficios diplomáticos, y la más extrema, la suspensión de la OEA.

En caso de que se alcance la votación requerida para aplicar la Carta, sería la primera vez que ocurre en contra de un gobierno legítimo en los 15 años de vigencia del documento.